Consejo de
UNIVERSIDAD DE
FACULTAD DE
MEDICINA
Asamblea del Claustro
de la Facultad de Medicina
jueves 18 de noviembre de 2010 Versión
taquigráfica Preside el Dr. Daniel Gindel
Sesión ordinaria del día
ACTA N° 10
SUMARIO
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ASAMBLEA DEL CLAUSTRO
DE
Sesión ordinaria del
día jueves 18 de noviembre de 2010
Acta N° 10
Versión taquigráfica
Preside el Dr. Daniel
Gindel.
Por el orden docente: Ana María Acuña, Cecilia Álvarez,
Yester Basmadjián, Nelson Bracesco, Adriana Cassina, Mariana Guirado, Ana
Kemayd, Alba Larre Borges, Gustavo Musetti, Corina Puppo y Mariela Vacarezza.
Por el orden de los egresados: Daniel Gindel, Carlos Hartmann,
Jorge Montaño, Laura Oyhantçabal y Estela Puig.
Por el orden estudiantil: Santiago Artucio, Liliana Cedrés,
Nicolás Echeverría, Gonzalo Harretche, Martina Heredia, Victoria Meriles, Juan
Martín Nader, Benjamín Rabanales y Antonio Santana.
Actúa en Secretaría la Sra. Sara Carreras.
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SEÑOR PRESIDENTE (Gindel).- Habiendo quórum, está abierta la sesión.
(Es la hora 13 y 15)
¾Recibimos
a las autoridades de la Escuela de Graduados para exponer acerca del
funcionamiento, los objetivos y los planes de futuro.
SEÑOR GINÉS.- Es un gusto reunirnos para charlar sobre
cuestiones vinculadas a la Escuela de Graduados. Leí detenidamente el Acta de
la sesión del Claustro en la que se habló sobre el tema, y como yo también fui
miembro de este Claustro durante varios períodos como estudiante, egresado y
docente no me llamó la atención que allí hubiera una distancia grande en cuanto
al conocimiento de lo que es la
Escuela de Graduados. Mi primer contacto con la Escuela lo tuve como profesor,
a propósito del Programa de Psiquiatría en el año 2004 y luego por la
Diplomatura de Psicoterapia en Servicios de Salud. Así pude aquilatar la
importancia que tiene la Escuela como órgano conceptualizador y organizador de
las actividades de posgrado.
Creo que en esta intervención debe
estar presente una cuestión ética. En la medida en que en nuestro país se
incorpora la atención de la salud como un derecho humano, la Universidad tiene
la obligación de resolver los problemas que la sociedad le plantee en esa
materia. Para la Facultad de Medicina eso significa formar en cantidad,
variedad y calidad todos los recursos humanos que el país necesita. Este
compromiso es más fuerte aun porque no existe en nuestro país otra institución
con la fortaleza de la nuestra para la formación de recursos humanos en salud,
sobre todo en lo que tiene que ver con Medicina, Tecnología, Nutrición y
Parteras. Este es un primer punto central que hay que tener presente cuando
pensamos sobre el destino y los objetivos de la Facultad de Medicina.
Una segunda cuestión que tiene que
quedar clara es que para realizar ese objetivo es fundamental contar con una
organización apropiada. La Escuela de Graduados es una joya de la Facultad de
Medicina. En un proceso histórico que comienza en la década del cincuenta,
fundado por Mario Cassinoni, se logró un desarrollo que difícilmente se pueda
comparar con otro de la región. En muchos países de Latinoamérica, los recursos
humanos especializados se forman a través de academias de distintos niveles.
Hay algunas formaciones universitarias, pero las Universidades no lo han tomado
como un tema central. Tienen doctorados o maestrías vinculadas a la
investigación, pero la formación de recursos humanos queda librada a organismos
privados, muchas veces de dudosa calidad. Hace tres años, Brasil tuvo que
cerrar un montón de escuelas de este tipo por ese motivo.
Cuando se hizo la evaluación de
nuestra Facultad de Medicina para la acreditación, una de las fortalezas que
señalaron los evaluadores fue la existencia de una Escuela de Graduados con
estas características. Otro elemento importante es que nuestra enseñanza
mantiene la gratuidad de la formación especializada. Hay que ver lo que sale
ser especialista en otros países. Un cirujano chileno tiene que pagar
US$ 36.000 en su país para ser especialista. En Uruguay, la formación de
especialistas es gratuita y hay un creciente financiamiento de la formación de
los jóvenes. En este momento la Escuela tiene igual número de residentes que de
posgrados. Seguramente el Dr. Bordes les explicará lo que le cuesta al Estado
uruguayo esa formación, aun cuando el salario no luce.
Otro elemento destacable de la
Escuela de Graduados es el hecho de ser un organismo cogobernado. Según nuestra
Ordenanza, la Comisión Directiva incluye a los tres Órdenes tradicionales pero,
además, a los alumnos, junto con el Director, que es electo por el Claustro.
Este es otro valor incomparable. Se supone que con esas garantías la población
logra que los fenómenos corporativos no operen o queden muy atenuados en la
formación de los especialistas.
Respecto de las funciones centrales
de la Escuela, esta se encarga de todo lo que tiene que ver con calificar y
preservar la formación del médico luego de recibido. Hay tres programas centrales,
que seguramente va a haber que seguir fortaleciendo. Uno es la formación
propiamente dicha de especialistas, vía posgrado o vía diplomatura. El segundo
elemento importantísimo para la calidad de la formación de nuestros recursos
humanos es la educación médica continua. Esta actividad fue fundada en el seno
de la Facultad de Medicina y lleva prácticamente una década. La Escuela tiene
cerca de cuarenta instituciones y de ciento cincuenta cursos acreditados. La
idea era lograr que eso se transformara en un sistema de formación continua,
con una ley nacional que lo financiara ya que no hay médico que pueda mantener
su calidad más de cinco o seis años. Por eso, en general, los médicos que
tienen mejor nivel son los que se reciben en los Servicios de la Escuela de
Graduados. El tercer programa, que también es muy importante, es el de
maestrías y doctorados, lo que está muy vinculado al PROINBIO. Esto es central,
sobre todo en el nivel clínico, para que el médico también esté formado en la
investigación y en la creación de conocimiento. La Ordenanza es del año 1993 y
el Reglamento es del año 2004.
La Facultad de Medicina está
produciendo por año más de quinientos graduados. Sin embargo, al concurso del
Residentado se inscriben más de mil personas. A pesar de que el título ya los
habilita a ejercer, el factor salarial hace que la mayoría quiera
especializarse. No quiero entrar en ese tema, pero vamos a tener que empezar a
trabajar en el desarrollo del nuevo modelo. Por año egresan unos trescientos
especialistas. Es interesante observar que hay 27 especialidades cuyo número de
egresados decreció. La Facultad tuvo cupo libre de especialistas hasta los primeros
años de la década del noventa. Hoy hay once Servicios a los que solo se puede
ingresar por Residencia, a otros once se puede ingresar libremente, y las
restantes tienen cupo.
En el año 2008 se produce un salto
en el número de Residencias. La Comisión Técnica de Residencias Médicas es
independiente de la Escuela de Graduados, con su propia Comisión Directiva.
Cuando se produjo el problema de la falta de anestesistas hubo que volver a
planificar. Se había decidido llamar a veinte, y luego ASSE lo subió a treinta.
La Facultad lo pudo resolver por las medidas que se tomaron en 2009. Para eso
se incorporó al Hospital Pasteur, al Hospital Maciel, al Centro Hospitalario
Pereira Rossell y luego a los Hospitales de Paysandú y Florida a través de las
Unidades Docentes Asociadas.
Se ha dicho que la Escuela es una
Bedelía. Sin embargo, la Escuela de Graduados tiene el único banco de datos de
alto nivel del Uruguay para la planificación de recursos humanos. Hasta hace
unos veinte años las necesidades de la población se cubrieron sin mayores inconvenientes.
¿Por qué ahora eso entró en crisis? ¿Será que había mucha gente excluida? ¿Será
que el nuevo sistema incrementó la demanda? Esto está todo en el campo de las
hipótesis, pero uno no se puede quedar así. Hay que responder porque es un
derecho de la población que se debe resolver de inmediato.
La Dra. Frau hizo un trabajo viendo
el efecto de las residencias exclusivas en ciertas especialidades. Pronosticó
que varias de ellas podían entrar en crisis y así fue. La caída más notoria fue
en Ginecología y Obstetricia y por eso la incluimos en el apartado
“especialidades que entendemos pueden entrar en rápido colapso”.
El otro impacto importantísimo fue
la Rendición de Cuentas de 2008. Allí hubo un fuerte incremento de rubros para
la formación de residentes y un incremento siete veces mayor para las Unidades
Docente Asistenciales, que están en estado embrionario. No se trata de que el tema
se resuelve solo con el dinero porque hay que generar estilos de trabajo. Ahora
viene para la Facultad de Medicina, para la Escuela de Graduados y para el
sistema de salud el desafío más importante en materia de recursos humanos. Me
refiero a cómo establecer una planificación estratégica a 20 o a 30 años.
Tuvimos oportunidad de mostrar estos datos ante diferentes autoridades y la
gente de ASSE nos preguntó por qué lo planteábamos a 20 años, ya que ellos
necesitaban datos para este año y para el próximo. Eso muestra lo poco que se
entiende el tema de los recursos humanos. Si esto no se mira a largo plazo es
muy difícil saber qué es lo que debemos corregir ahora. Si hubiésemos podido
discutir quizá habríamos planteando que en lugar de treinta cargos de Anestesia
se podía haber propuesto veinticuatro y los seis restantes para Ginecología. La
Facultad habría podido plantear algunos argumentos, aunque no muchos porque
todavía estamos en pañales en estos temas. Quizá dentro de unos años seamos más
solventes.
En los países con una buena
organización en sus sistemas de salud el número que calcula el aparato formador
viene por retorno de las empresas de salud. Sería como si aquí en Uruguay la
cantidad de cargos necesarios para determinado año lo planteara cada
institución: el Hospital de Paysandú, la Asociación Española, etc. Eso aquí no
existe y deberá ser considerando en conjunto por el sistema. De ese modo el
aparato formador podrá calcular las necesidades.
La Universidad no podría financiar
esto, ya que no puede crecer indefinidamente en Servicios formadores de
especialistas. Sí podría hacerlo si tuviera un refuerzo presupuestal fuerte, pero
no del presupuesto universitario. Felizmente parece que el Ministerio de
Economía y Finanzas lo entendió, tal como sucede con el tema de las Unidades
Docente Asistenciales. Ahora, con este evento formidable que ha sido la firma
del convenio entre el Hospital de Clínicas y ASSE, el Ministerio de Economía y
Finanzas destinó dineros que antes se pensaba debían venir de la Universidad.
Será insuficiente pero es un criterio nuevo. Se reconoce que el dinero en este
caso tiene que venir de otro lado. De lo contrario, comemos el presupuesto de
la Universidad de la República y el de la propia Facultad.
Ahora vienen años de construcción.
Antes de que asumieran las nuevas autoridades de gobierno, la Facultad de
Medicina propuso la creación de un comité nacional u observatorio de recursos
humanos, que resolviera en conjunto estos temas. Ese organismo tiene que
existir. Incluso aconsejaría cuánto dinero hay que poner. En la reunión que
tuvimos con ASSE y otras autoridades el Rector planteó que la Universidad podía
formar abogados, ingenieros, etc., pero no podía determinar estrictamente
cuántos se necesitaban. En salud la propuesta es formar este comité que regule
y haga la planificación. Deberíamos llegar a un documento como el que tengo
aquí, titulado “Oferta y necesidades de médicos especialistas en España
2006-2030”. Hay que ver la cantidad de datos y algoritmos que presenta este
estudio. Por supuesto que luego ellos, si no tienen especialistas, se los
llevan de acá, pero ese es otro problema. Nosotros deberíamos plantear un
documento más amplio sobre la oferta y necesidades de recursos humanos en salud
para el próximo período.
Esto se desencadenó porque se me
ocurrió culminar mi actividad como Director de la Escuela de Graduados. El
motivo de esta decisión es que cuando militaba en la Asociación de los Estudiantes
de Medicina me grabaron a fuego que los docentes debían culminar su actividad a
los 65 años. Eso se deriva de la necesidad de renovar permanentemente el personal.
Cuando el Claustro me invitó a ocupar este cargo, yo no quería por ese motivo.
Finalmente, como era el único cargo que no exigía límite de edad y porque no
había nadie más que quisiera ocuparlo, acepté.
Hay que fortalecer a la Escuela de
Graduados en muchos aspectos, sobre todo porque no tiene equipo docente. Los
recursos humanos de la Escuela involucran a todos los Servicios. Sin embargo,
hay un sector especializado de la Escuela de Graduados llamado “Planificación
en recursos humanos”. Esto necesita un equipo fuerte, muy calificado, para la
investigación de estos temas y debería tener por lo menos dos Profesores
Agregados, cuatro Profesores Adjuntos y complementar su plantilla con extensiones
horarias de gente en distintos lugares. La Facultad deberá construir este
equipo sí o sí para los próximos años. Los cargos fueron pedidos en la década
del noventa, pero la Facultad nunca entendió el tema. Ahora es muy bueno que el
Claustro entienda que hay una actividad docente y de investigación específica
de la Escuela de Graduados.
Nos hemos inclinado centralmente a
la formación de recursos médicos. La Facultad de Medicina es una institución
formadora de recursos básicos de investigación, con un nivel muy importante, y
en otros tiempos fue prácticamente la única que formaba ese tipo de investigadores
en biología. Hoy felizmente existen otras Facultades en el área. De ese tema no
voy a hablar pero sí del contacto que tienen con nosotros, a través de las
maestrías y de los doctorados.
SEÑOR NADER (Est.).- Quisiera hacer una pregunta con
respecto a la Ley de Residencias Médicas. Uno de sus artículos plantea la
imposibilidad de que el médico egresado de la Escuela de Graduados se vaya a
ejercer a otro país, pero eso quedaría a criterio de cada Servicio.
SEÑOR GINÉS.- El Parlamento introdujo varios cambios
en la Ley de Residencias Médicas y uno fue ese. El Ministerio de Salud Pública
insistió en poner una cláusula para retener al recurso humano cuya formación
hubiese sido pagada por el Uruguay. Sin embargo, para que eso sea posible hay
que decirlo en el llamado.
SEÑORA OYHANTÇABAL (Eg.).- Eso se hará siempre y cuando el
Estado se comprometa a dar trabajo a ese recurso humano dentro del país. El
hecho de que el tema quede a criterio de la especialidad permite determinar qué
recurso falta para un momento u otro.
SEÑOR GINÉS.- Exactamente, y se compromete a
darle trabajo con un sueldo de especialista. De todas formas, como hay que
ponerlo en el llamado, tenemos la garantía de que el tema va a pasar por el
Consejo y se va a discutir.
SEÑORA CEDRÉS (Est.).- Si nos ponemos a hablar de cada
tema de los que tocó el Prof. Ginés en su exposición podríamos estar toda la
tarde y mucho más. Creo que lo que se buscó fue tener una idea general sobre en
qué estaba la Escuela de Graduados, sus planes y directivas para continuar el
trabajo.
SEÑORA PUPPO (Doc.).- El Departamento de Emergencia
elaboró un proyecto y tiene presentada hace más de dos años una diplomatura en
Emergentología. Sin embargo, ahora surgió en el Hospital Policial una UDA sobre
el tema en la cual la Universidad no tiene nada que ver. Quería saber sobre qué
bases se plantea esto.
SEÑOR ARTUCIO (Est.).- En la sesión pasada planteamos una
pregunta que estaba relacionada con las previsiones para los próximos años. Desde
el punto de vista estudiantil vemos más claras algunas funciones de la Escuela
de Graduados y otras no tanto. Una que detectamos como importante es la
disponibilidad de cupos para formar nuevos especialistas en breve plazo.
Dentro de aproximadamente dos años
se empezarán a recibir las primeras generaciones de la Facultad de Medicina del
CLAEH. ¿Se ha previsto que eso pueda generar algún tipo de problemas? ¿Cuál es
la visión de la Escuela de Graduados en torno a ese tema?
SEÑOR HARTMANN (Eg.).- Quizá estoy profundamente
equivocado pero me da la impresión de que cuando se plantean las necesidades de
recursos humanos estamos utilizando la cabeza pensando en este modelo. Sin
embargo, dentro de unos cuantos años va a haber otro modelo por lo que las
necesidades deberían ser diferentes, si es que hay una estrategia global de
atención primaria.
SEÑOR GINÉS.- Efectivamente es así. No se hace
una planificación de recursos humanos como se haría la de una producción de
otro tipo. Es una prospección con correcciones permanentes que incluyen el
desarrollo técnico científico. Hay especialidades que son desmanteladas por
dicho desarrollo y otras deberían serlo por los progresos del sistema de salud.
SEÑORA OYHANTÇABAL (Eg.).- Viendo las funciones que tiene la
Escuela de Graduados uno siente que es casi como una Universidad paralela, ya
que es una institución fundamental. Si bien la carrera de pregrado es básica,
todo lo que implica la formación del médico después de recibido tiene la misma
importancia. En años formativos es mucho más la cantidad que le va a corresponder
a la Escuela de Graduados que la que le corresponde a la Facultad. El
estudiante egresa en siete años pero tiene que seguir formándose
permanentemente. O sea que no se trata solo del posgrado y de la residencia
sino de la educación médica continua, que es fundamental tanto para el médico
de Montevideo como para el del interior del país. Sabemos que la Escuela de
Graduados está haciendo esfuerzos y que la situación se ha modificado bastante,
ya que están las acreditaciones que antes no existían.
El tema de la formación de recursos
humanos ha sido un punto crítico. Mientras estuve en la Comisión de Residencias
trabajé bastante sobre eso. ¿Quién considera la Escuela de Graduados que debe
ser la autoridad, la institución que diga cuáles son los requerimientos de
especialistas que necesita el país y que va a necesitar en el futuro? Estamos
casi con el diario de ayer, pensando qué va a faltar mañana. Quienes están en
la asistencia se pueden dar cuenta de eso.
Entre otras cosas, la causa de la
falta de recursos humanos es que se han abierto muchísimas especialidades y
subespecialidades. La Medicina se ha diversificado mucho y hay especialistas
para cada cosa. Antes el ecografista era el gastroenterólogo. Hoy hay una
especialidad en Imagenología y es así en todas las áreas. La Escuela de
Graduados ha dado esas posibilidades y eso es bueno, pero hay más opciones para
los mismos candidatos. ¿Quién tiene que poner el límite? ¿Las sociedades científicas,
como ha pasado con los cirujanos? ¿La Facultad de Medicina? ¿Tiene la Facultad
la capacidad para definir el tema? ¿Lo tienen que hacer las autoridades
sanitarias? Me parece que ese es un debe que tenemos.
SEÑOR GINÉS.- La propuesta de la Facultad es que
exista un órgano nacional, vinculado a la autoridad sanitaria, que realice esta
tarea. La idea es que la formación de recursos humanos sea una política de
Estado. La autoridad deberá responsabilizarse de decidir qué recursos se
necesitan y la Facultad deberá responder en la medida que se coticen los
recursos que se necesitan para esa formación, como se hizo con las UDAs.
SEÑOR BORDES.- Suscribo totalmente lo que ha dicho
el Prof. Ginés hasta ahora. Ustedes saben que él y yo hemos tenido visiones
francamente diferentes y encontradas en muchísimos temas. Sin embargo, lo que
ha planteado hasta ahora lo suscribo ciento por ciento, nobleza obliga.
La planificación de recursos es muy
difícil y multifactorial. Tal como planteó recién el Prof. Hartmann, esos
recursos se van a necesitar según el sistema de salud que tengamos en el futuro.
Hace tiempo nos habían hecho el verso de que sobraban médicos en el país, que
debíamos cerrar el ingreso a la Facultad y que cuantos menos médicos
formáramos, mejor nos iba a ir, ya que los médicos estaban manejando taxis.
¡Mentira! Gracias a que la Facultad, empecinadamente, siguió formando a esos
médicos ahora tenemos un producto sobre el cual preparar a los especialistas.
En Gran Bretaña creyeron ese verso y cerraron sus Facultades. De todas formas,
ellos pueden comprar especialistas de Nueva Delhi, que ya vienen formados.
Nosotros no podemos hacer eso.
SEÑOR HARTMANN (Eg.).- Quiero dar un dato que conocí hace
pocos días. El FONASA tiene 1:400.000 afiliados. Eso da, para el primer nivel,
un médico cada 365 personas. Ahora bien, hay médicos generales que no trabajan
en el primer nivel, porque están haciendo la Residencia o porque cubren
emergencias. Estos son datos del censo 2010.
SEÑOR BORDES.- No podemos formar especialistas como si
produjésemos termos. Uno puede producir termos y, si no se venden mucho, se
guardan. Cuando se necesiten ‑durante el verano para tener bebidas frías‑
se sacan y se venden los que ya están prontos. Sin embargo, si formamos
neurocirujanos no los podemos meter en un armario porque si el neurocirujano no
practica su habilidad manual, la pierde. Debemos ser cuidadosos con la cantidad
de especialistas que formamos para que no queden neurocirujanos sin trabajo ni
que falten.
La Escuela de Graduados ha trabajado
sobre recursos humanos en salud desde hace veinte años. Con la Dra. Frau hace
quince años que venimos trabajando este tema. Por supuesto que no tenemos
soluciones mágicas pero no hemos sido nunca consultados. Eso es lo que nos rechina
y no porque nos creamos los dueños de la pintura. Pero nunca jamás, ni desde la
Academia ni desde los órganos políticos, nadie fue a la Escuela de Graduados
para ver qué opina sobre la formación de recursos humanos en salud. ¿Es cierto
que se precisan tantos médicos anestesistas? ¿No será que están mal
distribuidos? ¿Por qué hace unos años quedó en evidencia la falta de
oftalmólogos? Hace quince años había oftalmólogos suficientes y ahora faltan.
Lo que pasa es que hace quince años la mitad de la población tenía sus
necesidades insatisfechas e inexploradas. Nadie sabía que íbamos a precisar oftalmólogos
para operar cataratas de los viejitos que se atendían en el Ministerio de Salud
Pública, porque no eran tenidos en cuenta.
Es un tema interesantísimo en el que
querríamos participar. Hemos visto con la Dra. Frau que estamos haciendo mal
muchas cosas a nivel del Uruguay, del Ministerio de Salud Pública - ASSE y de
la Universidad de la República - Facultad de Medicina.
En cuanto a lo que planteó la Dra.
Puppo, es por eso que hace un par de años surgieron las diplomaturas. Hay más
de cincuenta especialidades. Si dejamos que cada médico se erija como un microespecialista
nos va a pasar como en Pediatría, donde se habían inscripto 22 especialidades.
Es muchísimo. De esa forma el especialista es la persona que cada vez sabe más
sobre menos, hasta llegar a alguien que sepa absolutamente todo de nada. De ese
modo en cirugía va a existir la cirugía coloproctológica, la gastroduodenal, la
de las glándulas endócrinas, la de la pared abdominal, etc. ¿Qué va a operar el
cirujano? No necesitamos especialistas tan a ultranza. Además, no podemos tener
en cada pueblo del interior un cirujano de cada especialidad. Eso no es bueno
para nuestro país. Por eso con la Dra. Frau inventamos las diplomaturas. En la
Ordenanza de posgraduación las diplomaturas las hicimos entrar junto con las
especializaciones. Sin constituir una especialidad donde, por ejemplo, la persona
debe estar tres años haciendo ginecología, con 48 horas semanales, trabajo en
el Servicio, currículum continuo, la diplomatura es mucho más flexible, con una
zona más acotada para profundizar en ella, fundamentalmente para aprender más y
difundir el conocimiento.
En ese momento surgió la diplomatura de diabetes, que es
una de las enfermedades que más recursos gasta en el Uruguay por sus problemas
conexos. Además, todos los médicos debemos ver diabéticos, tanto los médicos de
Medicina General como los internistas, los endocrinólogos, los cirujanos, etc.
Trabajamos con la Cátedra y con la Sociedad de Diabetología. Sin embargo, no
nos pudimos poner de acuerdo para elaborar la diplomatura. Tanto demoramos que
se aburrieron y se la dieron a la Universidad de Montevideo. Me temo que en
Emergencia vaya a pasar lo mismo. Ahora nos enviaron algo que podría ser un
programa. Hay que trabajar en eso para poder sacar la diplomatura.
(Ingresa a Sala el señor Decano, Prof. Dr. Fernando Tomasina)
SEÑOR PRESIDENTE.- Invitamos a participar de la sesión al señor Decano de la Facultad de
Medicina, Prof. Dr. Fernando Tomasina.
SEÑORA PUPPO (Doc.).- Mi pregunta se debe a que ha
surgido una UDA sobre el tema que no es de la Facultad de Medicina, en el
Hospital Policial, cuando hace dos años que está presentada una diplomatura de
un año en Emergentología y no ha salido todavía. ¿Por qué una está demorada y
ahora sale esto otro?
SEÑOR DECANO.- La UDA propuesta por Sanidad Militar
está vinculada con situaciones de catástrofe.
SEÑORA FRAU.- Quiero aclarar que las UDAs no son
posgrados. Son refuerzos docentes a través de unidades asistenciales, tanto
para el pregrado como para el posgrado. Las Unidades Docente Asistenciales no
están en la égida de la Escuela de Graduados. El problema es que hay un mal uso
de las siglas. Aquí estamos hablando de Unidades Docentes Asociadas.
(Dialogados)
SEÑOR DECANO.- No vine con la finalidad de hablar
específicamente sobre el Programa de Fortalecimiento y Formación de Recursos
Humanos y del subprograma Unidades Docente Asistenciales. Este subprograma crea
unidades con metas asistenciales y metas docentes, en acuerdo con la Administración
de Servicios de Salud del Estado. Esa es la razón del crédito que administramos
conjuntamente con ASSE. Esto surgió a partir de una gestión del anterior
Decano, en 2008, a través de un artículo de la Rendición de Cuentas de ese año.
Se otorga para la Facultad y para ASSE $ 171:000.000. Aparte hay
$ 10:000.000 para proyectos de fortalecimiento de la actividad
asistencial, con Sanidad Militar y con Sanidad Policial.
Durante 2009 el Consejo de la
Facultad de Medicina acordó con ASSE las prioridades docente asistenciales de
cada una de las instituciones. Por eso hay Unidades Docente Asistenciales del
Grupo 1.1, que eran las prioridades A; luego las del grupo 1.2 y después el
grupo 2. En el Servicio de Salud Ocupacional presentamos una UDA que quedó en
este último grupo, o sea que no fue priorizada, como les pasó a muchos. Medicina
Familiar y Comunitaria fue priorizada, como también las especialidades básicas:
Pediatría, Ginecología, Cirugía y Medicina Interna.
El programa funciona con la Unidad
de Gestión, donde hay tres delegados de la Facultad de Medicina y tres de ASSE.
Sé que Sanidad Militar propuso una UDA pero para situaciones de catástrofe.
SEÑOR BATTHYANY.- A nosotros nos invitó a venir el
Prof. Ginés para presentar el Programa de Maestrías y Doctorados en Ciencias
Médicas, que empezó llamándose PROINBIO, Programa de Investigación Biomédica.
En cuanto a la formación de recursos
humanos en salud, hace diez años surgió la necesidad de tener un programa de
maestrías y doctorados para los médicos. La Facultad de Medicina tiene dos
grandes sectores. Uno es el área de las ciencias básicas. La formación de los
docentes en esa área está cubierta en mayor o menor medida por un programa central,
el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas de la Universidad (PEDECIBA).
En cambio, la formación científica de los médicos clínicos no estaba cubierta.
Por eso se creó el Programa de Maestrías y Doctorados en Ciencias Médicas, cuyo
objetivo primordial es mejorar la formación científica de los médicos. Se trata
de maestrías y doctorados académicos, no profesionales como las que se hacen en
la Universidad Católica o en la Universidad de Montevideo, así como en otros
países de la región, donde la gente hace un curso teórico y le dan un título de
maestría. En este caso las maestrías y doctorados académicos de la Escuela de
Graduados tienen como definición implícita la creación de conocimiento. Esa es
la diferencia con las maestrías y doctorados profesionales. Lo que se busca es
que un médico en las etapas tempranas de la carrera, residente o Grado 2 ‑incluso
puede ser gente de otras formaciones universitarias‑ pueda ocuparse de aspectos
científicos, desarrollando proyectos de investigación creando conocimiento.
Luego de recorrer una etapa de metodología científica, se le da un título honorífico
académico de magíster o doctorado en ciencias médicas, lo que se conoce a nivel
mundial como PhD.
Este programa ya tiene 40 egresados ‑30
de maestrías y 10 de doctorados‑ en la Facultad de Medicina. Cuando
creamos el PROINBIO habíamos prometido 70 egresados, ya que con eso se consideraba
que se llenaban las necesidades de la Facultad de Medicina. Estamos a mitad de
camino. 40 no es un número malo aunque tampoco es bueno.
La principal dificultad del PROINBIO
hoy es la financiación. En diez años la Facultad de Medicina no invirtió un
solo peso en el Programa. Eso hace que hoy sea prácticamente inviable. El Prof.
Ginés dijo que era difícil que un posgrado se pudiera hacer de forma honoraria.
Mucho más difícil es que alguien vaya a un laboratorio a hacer investigación en
forma honoraria. Si no hay becas para los estudiantes es muy difícil que esto
se pueda hacer.
SEÑORA HEREDIA (Est.).- Solicito la palabra para el
compañero Leonardo Polakof, que representa a los estudiantes en la Escuela de
Graduados.
SEÑOR POLAKOF.- Hace un momento se preguntó quién
debía responsabilizarse de la programación de la formación de recursos humanos
en salud. Lo más fácil sería decir que debe hacerlo el Estado o el gobierno.
Sin embargo, como Universidad de la República tenemos la responsabilidad de ser
agente transformador de la sociedad. Por tanto, debemos tener un plan para
saber qué queremos del Sistema Nacional Integrado de Salud. Como Facultad no
hemos podido discutir ‑voy a hablar a nivel estudiantil, ya que cada Orden
sabrá si lo pudo hacer o no‑ cómo queremos que funcione el Sistema
Nacional Integrado de Salud, desde lo más grande que está en la ley hasta lo
más chico. Me refiero a cuáles van a ser las responsabilidades reales del
médico de familia, hasta dónde va a poder llegar, qué cosas queremos que pida y
cuáles no, a qué examen podrá tener acceso, etc. También me refiero a elementos
más grandes como si queremos que el médico trabaje en un solo lugar o en
varios, o cómo está funcionando nuestro Hospital de Clínicas. Es casi seguro
que el Hospital no está marchando como queremos. Nos debemos esa discusión para
poder pensar cómo programar lo que necesitaremos en el futuro.
Por otro lado, nos falta mucha
investigación para saber dónde estamos parados. Me refiero a conocer cuál es la
pirámide epidemiológica de los recursos en salud, esto es, cuándo se jubilan
los ginecólogos que ahora están ejerciendo. Por lo que sabemos, se van a
retirar en breve y vamos a tener una crisis pronto porque no tendremos
ginecólogos para atender a las mujeres. Esto lo sabemos porque los profesores
de Ginecología nos lo dijeron hace un mes. ¿Qué pasa con Cirugía y con otras especialidades?
Necesitamos herramientas y que la Escuela de Graduados fortalezca su núcleo
docente para poder hacer lo que la Facultad y la Universidad están obligadas
desde el punto de vista ético y legal, ya que lo establece nuestra Ley
Orgánica.
Desde todos los Órdenes tenemos que
actuar con cierta coordinación, tratando de tener en cuenta estas cosas. No
podemos olvidar ciertas responsabilidades básicas que tenemos como Facultad
para que, cuando el tema llegue a la Comisión de Estructura Docente y haya que
resolver cargos, podamos hablar con propiedad. Debemos pensar en los perfiles,
si necesitamos gente en Epidemiología, en Administración de Servicios de Salud,
etc. Hay que pesar esto ya que siento que nadie lo está haciendo. Nadie está
pensando qué tenemos ahora y qué queremos para el futuro. Estamos todos metidos
en que no tenemos recursos, no podemos atender a los niños porque faltan
ginecólogos, y no pensamos a futuro, cuando quizá nos falte todo. Yo quiero
hacer una especialidad que nada tiene que ver con la cirugía y quizá en el
futuro, por la falta de cirujanos, por ser médico tenga que operar a alguien.
Eso me rechina.
En cuanto a la formación médica
continua, la Facultad está haciendo mucho pero siento que quien más hace es la
sociedad en sí y los grupos de médicos que presionan en distintos lugares. No
es tanto la Facultad como institución la que está previendo la formación de
otros médicos que no son los que están en este ámbito. Si bien en las
sociedades científicas participan docentes de la Facultad, esta no ha
desarrollado dicha área como institución, no solo como regulador sino como
actor del sistema. En cuanto al PROINBIO, necesitamos dinero para
desarrollarlo. Debemos apuntar al plan de desarrollo presentado por la Facultad
y trabajar en ese sentido.
SEÑOR BORCHE.- El área de Educación Médica
Continua se encarga del médico luego de los cinco años de graduado,
manteniéndolo dentro de sus competencias y desarrollando nuevos conocimientos.
Este programa de la Escuela de Graduados tiene aproximadamente quince años, con
seis de preparación y consultas internacionales y nueve años finales donde ya
se acreditaron actividades. Había 2 actividades acreditadas en 2002, en 2008
eran 148 y en 2010 la cifra es de 127. Esto implica una movilización de
aproximadamente 3.000 colegas que participan de actividades de educación médica
continua en todo el país, a través de 47 comités correspondientes a
instituciones asistenciales y sociedades científicas.
Es una tarea silenciosa de la
Escuela de Graduados. La Escuela no tiene un departamento de marketing y a
veces le falta publicidad. Son 127 actividades que han sido analizadas y discutidas
en las reuniones de la Comisión de Acreditación, formada por distinguidos
profesores de la Facultad. Estas actividades llegan a un volumen importante de
médicos del país. Muchas veces los colegas participan de varias actividades que
se sobreponen, sobre todo en el interior. Habría que hacer un seguimiento sobre
el número real de participantes.
Hubo un pequeño descenso del número
de actividades acreditadas en los dos últimos años vinculado con la colisión de
actividades de capacitación propuestas por el FONASA a las instituciones
asistenciales. Esto ha distorsionado el programa porque los comités de
educación médica tuvieron que atender las demandas del FONASA.
Por otro lado, ¿cuáles son las
debilidades? Una es que estamos llegado a la cuarta parte ‑o menos‑
del cuerpo médico nacional. Si la idea es lograr en el futuro la
recertificación, sobre la base de 40 o 50 horas anuales dedicadas a la
formación médica con carácter obligatorio, eso exige un esfuerzo extraordinario
desde el punto de vista organizativo y de la planificación. Hay que considerar
lo que significaría multiplicar los cursos y la participación por cuatro en las
actividades de educación médica continua. Para todo esto se necesita un control
y es necesario que las actividades respondan a la Escuela de Graduados y al
grupo de trabajo que se reúne regularmente, formado por gente de la Facultad,
de la Escuela de Graduados, de la Academia de Medicina, del Ministerio de Salud
Pública, de FEMI y del Sindicato Médico del Uruguay. Sea cual sea el destino de
la educación médica continua, no podemos olvidar sus orígenes que son la
Escuela de Graduados y la Facultad de Medicina. Esto es algo que nos distingue
de la región. En Argentina, por ejemplo, toda la educación médica se hace a
nivel de las sociedades científicas. La Universidad de Buenos Aires y la
Facultad de Medicina no tienen nada que ver. Lo mismo sucede en Brasil. Sin
embargo, hasta ahora en el Uruguay la educación médica continua ha estado en
manos de la Facultad de Medicina y de su Escuela de Graduados. Lo mismo pasa
con la formación de los residentes. En el futuro esto podrá ser diferente pero
nadie podrá negar el aporte de la Facultad a este esfuerzo.
SEÑOR GINÉS.- El Claustro es el organismo clave
porque es el que elabora las políticas. En un Consejo o en una Comisión
Directiva también se hacen elaboraciones pero no el tipo de discusiones que se
dan en el Claustro, ya que en esos organismos hay que resolver situaciones. Una
de las grandes carencias de la Escuela es el hecho de no contar con un espacio
para la discusión de esos temas. El año pasado quisimos discutir cómo se
ingresaba al Residentado. Eso exige un espacio como el que diseñó el programa
de pregrado y el sistema de salud, que es este ámbito. Otras Escuelas de la
Facultad de Medicina optaron por crear su Claustro. No sé si este tema debería
estar en una agenda permanente del Claustro o si necesita una zona de discusión
como la que planteé.
En cuanto a la innovación de la
investigación médica es un déficit que tenemos. El Prof. Felipe Schelotto, el
anterior Decano, insistió mucho en que el sistema de salud no incluyó en su
diseño el tema de la investigación. Es verdad que los técnicos y el programa
docente asistencial son importantes, pero si no hay una fuerte impronta en
investigación e innovación eso es una carencia brutal. Así como logramos que el
Ministerio de Economía y Finanzas entendiera que el financiamiento de los
recursos que formamos, concretado ayer con la firma del convenio, es necesario,
también habrá que incorporar el tema de la investigación. Tienen que ser parte
de las propuestas docente asistenciales y de coordinación. Tiene que aparecer
el dinero para financiar estas cosas.
SEÑOR PRESIDENTE.- Agradecemos la presencia del Prof.
Ángel Ginés, Director de la Escuela de Graduados, y de integrantes de la
Comisión Directiva de dicha institución. Para nosotros ha sido una instancia
muy importante. Es el puntapié inicial para empezar a discutir el tema dentro
del Claustro.
Quizá deberíamos formar alguna
comisión para que algunos integrantes del Claustro trabajaran el tema de la
formación de recursos humanos en salud y luego lo volcaran aquí. Habría que
coordinar con una comisión ad hoc que tiene el Consejo sobre este tema.
SEÑOR ARTUCIO (Est.).- Una situación que se está dando con
algunos temas es el de la superposición o el paralelismo en su tratamiento. Si
bien aquí estamos los mismos Órdenes que planteamos estas preocupaciones,
termina pasando que nos faltan datos o tenemos algunos parcializados. De ese
modo los insumos y la discusión terminan yendo por distintos carriles. Es
cierto que hay elementos inherentes a las comisiones del Claustro y otros de
las comisiones del Consejo, como la designación de sus miembros o su forma de
trabajo. Los integrantes de las comisiones del Consejo son designados y en
general las del Claustro son abiertas. Eso es un tema reglamentario, pero sería
bueno buscar algún mecanismo para tener un grupo de trabajo en conjunto y no
estar formando comisiones por separado. Se trata de aunar esfuerzos.
SEÑORA GUIRADO (Doc.).- Es cierto lo que se plantea sobre
la superposición del trabajo. A veces hay comisiones del Claustro y otras del
Consejo que trabajan los mismos temas, donde están presentes los mismos
Órdenes, y eso es algo que genera desgaste. Debemos encargarnos nosotros de no
duplicar esfuerzos. Si hay una Comisión del Consejo, está bien. Podemos
contribuir y ampliar quizá su integración, pero no seguir duplicando esfuerzos
porque después no nos dan las energías para todo. Planteo esto pensando en los
grupos de trabajo que ya hemos conformado y que están funcionando más o menos.
SEÑORA HEREDIA (Est.).- Más allá de la formación de
recursos humanos en salud podríamos ir un poco más allá, al Sistema Nacional
Integrado de Salud. En el Claustro pasado había una comisión sobre el tema. A
principios de este año discutimos qué comisiones conformar y esa no fue formada
porque priorizamos otros temas.
Quizá una opción podría ser crear una
comisión sobre el Sistema Nacional Integrado de Salud, aunque tal vez no ahora
pero sí para que empezara a funcionar el año próximo. En este momento tenemos
dos temas importantes a encarar que son la elección del Director de la Escuela
de Graduados y la elección de la terna para la Presidencia de la Comisión Directiva
del Hospital de Clínicas.
SEÑOR PRESIDENTE.- Quizá no haya sido claro mi
planteo. Esta convocatoria surgió a punto de partida de la renovación del cargo
de Director de la Escuela de Graduados. Mi propuesta es otra: que el Claustro empiece
a trabajar en el tema de la formación de recursos humanos. Tal como dijo el
Prof. Ginés, es importante que este órgano deliberativo se dé un espacio para
generar políticas sobre el tema, sin tener la necesidad imperiosa de otros
organismos de resolver situaciones límite y tomar decisiones específicas en
algunas áreas. Nosotros tenemos más capacidad deliberativa, de análisis, y es
bueno que la utilicemos para pensar este tema.
No sé si el camino sería formar una
comisión que trabajara el punto en el Claustro, tratarlo en la Comisión de
Sistema Nacional Integrado de Salud o formar un equipo entre el Claustro y el
Consejo. Ninguna alternativa es mejor que la otra. Nosotros deberemos ver cuál
es la que consideramos más adecuada para trabajar.
Con respecto a la elección del
Director de la Escuela de Graduados, es un tema que debe resolverse con
propuestas de los Órdenes. Les recuerdo que nos quedan solo dos sesiones más
antes del receso, que será hasta fines de febrero, cuando ya cesaría el
Director de la Escuela. Sería bueno que los Órdenes empezaran a trabajar sobre
propuestas concretas.
SEÑOR ARTUCIO (Est.).- Hay una cosa que quiero considerar,
más allá de la discusión de los objetivos y funciones de la Escuela de
Graduados y su proyección al futuro. Como planteó el Prof. Ginés, la Escuela no
tiene un organismo deliberativo como para trazarse sus propias líneas de trabajo.
En algunos temas estaría dependiendo de discusiones que se deben dar en el
Claustro de la Facultad, como el hecho de programar políticas a largo plazo. Muchas
veces nosotros no entendemos que nuestra función sea esa y hemos puesto en tela
de juicio las competencias de la Asamblea del Claustro y hasta dónde llegan sus
facultades. Es interesante ver cómo otros ámbitos que a veces no consideramos ‑entre
ellos la Escuela de Graduados, aunque puede haber otros‑, dependen de las
discusiones que debemos dar en el Claustro como insumo para su propio trabajo.
No pretendo iniciar ahora una discusión sobre esto, pero es un aspecto que nos
tiene que llamar la atención y debemos tenerlo presente. Muchas veces nos
descansamos porque, como se trata de temas deliberativos, consideramos que tenemos
más tiempo para discutirlos, ya que no dependen de una resolución concreta para
encauzar las cosas. Pero a veces se trata de cosas importantes, que se
necesitan. De hecho, venimos al Claustro cuatro horas al mes cuando este
debería ser el ámbito para poner a punto temas discutidos en los Órdenes. Por
supuesto que hago autocrítica porque nosotros deberíamos tener más discutidos
algunos puntos, pero se trata también de una autocrítica colectiva.
SEÑORA GUIRADO (Doc.).- Está claro que el Claustro es el
órgano deliberativo de la Facultad de Medicina. En otros momentos hemos tratado
temas largamente. Recuerdo la creación de Medicina Familiar y Comunitaria. Ese
fue un tema que la Asamblea del Claustro discutió durante dos períodos, ya que
era el tema del momento. Se entendió
incluso que era una decisión más política que técnica. Es cierto que algunos
temas podrían surgir por “generación espontánea” y ser traídos por los Órdenes,
pero muchos se pasan al Claustro para su consideración.
Últimamente no hemos discutido temas
que tengan que ver con la Escuela de Graduados pero recuerdo que la educación
médica continua se consideró durante mucho tiempo en el Claustro. Está bien que
este sea el órgano deliberativo de la Facultad y no creo que sea necesario
crear un Claustro de la Escuela de Graduados. Hay mil temas que se podrían
discutir como, por ejemplo, determinar si existen muchas especialidades o no.
Cuando uno dice que son muchas, está planteando que unas van a quedar y otras
no. De todas formas, tenemos que empezar a trabajar en el tema de la elección
del Director de la Escuela de Graduados.
SEÑORA LARRE BORGES
(Doc.).- Ya es
un poco tarde y todos tenemos otras cosas que hacer. Me gustaría saber si el
Decano vino para hablar sobre un tema en particular. Lo planteo para que, habiéndolo
invitado, no nos vayamos sin escucharlo.
SEÑOR DECANO.- Mi idea era concretar con el
Claustro una instancia para informar en qué estamos desde el Decanato. Ustedes
fueron quienes me eligieron y quiero venir a rendir cuentas. En su momento les
hice una propuesta que ustedes valoraron y el Claustro apoyó en su mayoría.
Ahora quiero informar por dónde andamos y escuchar opiniones sobre lo que no
está funcionando.
SEÑOR PRESIDENTE.- Me parece importante la presencia
del Decano, por lo que pero podríamos invitarlo a la próxima sesión para
informar.
(Dialogados)
SEÑORA VACAREZZA
(Doc.).- Me
gustaría plantear a todos los compañeros Claustristas y a la Mesa qué
posibilidades hay de que cumplamos el Orden del Día. De lo contrario, nos
pasamos en una discusión que siempre es muy productiva y que enriquece, pero no
concretamos.
El tema de la terna de la
Presidencia de la Comisión Directiva del Hospital de Clínicas es muy
importante. No podemos llegar a fin de año sin un Presidente de la Comisión
Directiva. El Hospital se está cayendo. Debemos ayudar en lo que podamos. Si
nuestra tarea es nombrar a la terna de la Presidencia, debemos hacerlo. Al paso
que venimos, el tema no se trata en las reuniones y se va diluyendo. De alguna
forma debemos cumplir con lo que nos proponemos y no quedarnos solo en
comentarios. Debemos concretar las cosas, ser eficientes en nuestra gestión. A
veces me da la impresión de que nadamos pero no llegamos a la orilla.
SEÑOR PRESIDENTE.- La dinámica de funcionamiento de
este organismo se la imprimen los Órdenes y luego la Mesa ordena el trabajo. En
la medida que tengamos propuestas, las vamos a canalizar. A veces unos temas
nos llevan más tiempo que otros. Además, cuando tenemos invitados es difícil
cortar una exposición tan buena como la que tuvimos hoy. Eso no implica que debamos
postergar los temas.
Sin embargo, en lo que hace a la
elección de la terna a la Presidencia de la Comisión Directiva del Hospital de
Clínicas recién hoy nos ha llegado la respuesta afirmativa del Prof. Francisco
González, una de las personas propuestas. Si bien es cierto que nos gustaría
ser más ejecutivos, hay que darse los tiempos para discutir correctamente.
Nosotros no podemos forzar algo que tiene que surgir de los Órdenes.
Podemos fijarnos un plazo final para
en la próxima sesión resolver este tema. Los Órdenes deberán encontrar en estos
quince días los otros dos nombres que nos faltan para completar la terna. Eso
no puede ser a propuesta de la Mesa sino un trabajo de los Órdenes.
Se levanta la sesión.
(Es la hora 15 y 30)