ASAMBLEA DEL CLAUSTRO
DE LA FACULTAD DE MEDICINA
Reunión de Mesa
ampliada del día jueves 5 de noviembre de 2015
Acta N° 27
Versión taquigráfica
Preside el Br. Martín
Everett.
Por el orden docente: Ana Acuña, Cecilia Beatriz Álvarez, Nora Artagaveytia, Yester Basmadjián
y Luis Ruso.
Por el orden de los egresados: Daniel Ayala, Celia de Pró, Edén Echenique
y Ricardo Silva.
Por el orden estudiantil: Martín Everett, Mariana Píriz y Deborah
Roldán.
Actúa en Secretaría la Sra. Sara
Carreras.
SEÑOR PRESIDENTE
(Everett).- Siendo
la hora 13 y 15 damos inicio a esta reunión ampliada de la Mesa del Claustro.
Fallecimiento del Prof. Dr. Pablo Carlevaro
SEÑOR ECHENIQUE
(Eg.).- Queremos
informar al Claustro que el pasado sábado 31 de octubre falleció el Prof. Dr.
Pablo Carlevaro. Fue velado en la Facultad de Medicina y en la ceremonia que se
realizó posteriormente habló el señor Decano, integrantes del Consejo Directivo
Central y un exdirector de la Escuela de Bellas Artes.
La importancia que tuvo el Dr.
Carlevaro para la Facultad de Medicina y para la Universidad de la República
fue enorme. Sería bueno que dedicáramos una sesión del Claustro a su memoria,
para poder abarcar el significado que tuvo para nosotros. Además de Decano de la
Facultad, fue presidente del Claustro que elaboró el plan de estudios de 1968.
Fue un plan muy innovador con respecto a las corrientes de educación médica
dominantes en el momento. Con el tempo, la educación médica en todo el mundo se
orientó hacia donde planteaba el plan de estudios. Más tarde nosotros
terminamos comprando como algo nuevo y bueno eso que se había aplicado aquí
desde mucho antes.
El Dr. Carlevaro fue Decano en tres
períodos, siendo el primero en 1969. En 1973, luego del golpe de Estado, fue
destituido y la Universidad intervenida, por lo que tuvo que exiliarse, primero
en Argentina, luego en Perú, en México y finalmente en Cuba. Al retorno de la
democracia, en 1985, completó su mandato y continuó como Decano hasta 1992,
cuando se retiró.
Fue un destacado militante de la
Asociación de los Estudiantes de Medicina, redactor de “El estudiante libre” en
sus primeras épocas. Participó de las luchas obrero estudiantiles por el
reconocimiento de la autonomía de la educación en 1951, proceso que culminó en
1958 con la Ley Orgánica de la Universidad de la República. Durante toda su
vida fue un defensor acérrimo de la autonomía universitaria y de la de todos
los entes de la educación. Esto debemos recordarlo hoy, cuando todos los días
vemos que estos son instrumento del juego político de más bajo nivel, con la
medianización de los Consejos desconcentrados, donde queda muy poco de la
verdadera autonomía. Por suerte la Universidad todavía la preserva, gracias a
figuras como la de Pablo Carlevaro.
A pesar de ser un profesor de las ciencias
básicas, con fuerte componente de la matemática y de las ciencias exactas, ya
que realizó estudios en la Facultad de Ingeniería y fue profesor de Biofísica,
impulsó las nuevas corrientes pedagógicas que planteaban una formación más
humanística y abierta de la carrera de Medicina. Se planteó una apertura de la
enseñanza hacia la comunidad, con un ida y vuelta desde el ámbito social. En
1987 impulsó el programa de docencia en comunidad, donde las clínicas
desarrollaban su actividad docente asistencial en las policlínicas de los
barrios y lugares comunitarios. Ese programa se ha consolidado a través del
Departamento de Medicina Familiar y Comunitaria, junto con el de Pediatría y el
de Ginecología, donde los estudiantes realizan su trabajo de campo desde el
inicio de la carrera.
También contribuyó a la unión de las
actividades de enseñanza de la Facultad de Medicina con las de otras
Facultades. En 1990 realizó una convocatoria a todas las Facultades del Área de
la Salud que se concretó en el programa APEX-Cerro. Con eso se buscaba la
integración de los estudiantes entre sí, con la población y con las
instituciones de salud y educativas del ámbito social y ambiental. Ese programa
fue institucionalizado y, siguiendo su modelo, se crearon otros similares como
el Programa Integral Metropolitano (PIM), que funciona en el área noreste de
Montevideo. El Dr. Carlevaro fue director del programa APEX-Cerro durante un
período.
También fue un difusor de ideas y un
polemista dentro de la Universidad y en la educación en general. Fue postulado
al Rectorado por los estudiantes en 2003 y el año pasado recibió el título de
doctor honoris causa de la Universidad de la República. Su discurso de
agradecimiento condensa sus ideas a lo largo de su vida y termina con una
propuesta para la Universidad. Es una pieza que todos los universitarios deberíamos
leer y reflexionar, por su calidad inspiradora y estimulante, para creer en una
Universidad de cara al pueblo.
Fue un eterno
optimista, de ideas libertarias. No perteneció a ninguna parroquia ni capilla,
en el sentido de grupos de poder o de intereses. Era un librepensador que se
inspiraba en el pensamiento de Rafael Barrett, anarquista español que vivió y
escribió en Paraguay, en contacto con los sectores más desposeídos. El Dr.
Carlevaro siempre mantuvo una visión optimista de la vida, a pesar de los
reveses, considerando que era buena y valía la pena ser vivida.
SEÑOR RUSO (Doc.).- Destaco lo que acaba de decir el
Dr. Echenique. Pablo Carlevaro fue un optimista, a pesar de las circunstancias.
Estando en el CTI, con cuatro o cinco vías, con máscara de oxígeno, siempre nos
preguntaba cómo había salido Wanderers. Fue un optimista generador de ideas
permanente, para el que todo encuentro era bueno para intercambiar opiniones y
generar momentos de reflexión sobre muchos temas.
De su espíritu libertario surgía
como una fuente la motivación para la reflexión crítica y el desarrollo intelectual
de los demás. Ese fue su legado: promover el pensamiento y la reflexión crítica
intensa, generando polémica y discusión de ideas. Todo tema era bueno para él
porque era una persona universal. Para la Facultad de Medicina ha sido una
pérdida muy importante desde el punto de vista intelectual y humano.
SEÑORA ACUÑA (Doc.).- El homenaje que se brindó al Dr.
Pablo Carlevaro el domingo en la Facultad de Medicina fue muy emotivo. Recordamos
que el año pasado la Universidad de la República le otorgó el título de doctor
honoris causa. Fue y es un maestro, de esos que uno querría que vivieran para
siempre, ya que son una luz y una inspiración para todos, con espíritu crítico
y siempre poniendo toda su alma a lo que hacía.
Tuve oportunidad de conocerlo con el
surgimiento del programa APEX-Cerro, que fue una innovación. Ahora puede
parecer todo muy normal pero en su momento fue algo totalmente revolucionario
en cuanto a la docencia y a la extensión. El Dr. Carlevaro fue uno de los
impulsores de la extensión en el territorio, con una visión integral. Había que
investigar de forma integrada, haciendo docencia y relacionándose con la comunidad.
La interdisciplina para él no era la sumatoria de disciplinas sino sentarse a
conversar y plantear las cosas de igual a igual. Eso solo lo vi en el programa
APEX-Cerro.
SEÑOR RUSO (Doc.).- Hay que recordar que el Dr.
Carlevaro no estuvo solo en ese programa sino que lo acompañaron los Dres.
Dibarboure y Cassina.
SEÑORA ACUÑA (Doc.).- Por supuesto que los recuerdo.
Como ya se dijo, fueron librepensadores. Formaban un equipo e iban madurando
juntos una cantidad de cosas innovadoras para nuestro medio. Estoy de acuerdo
en realizar una sesión de homenaje al Dr. Pablo Carlevaro, ya que es de esas
personas a las que la Facultad de Medicina le debe muchísimo. Fue uno de sus
impulsores y la llevó en sus hombros.
SEÑOR ECHENIQUE
(Eg.).-
Recuerdo que el Dr. Carlevaro fue uno de los primeros que llevó los cursos de
la Facultad de Medicina al interior del país y creó los cursos de verano del
APEX. Esa descentralización de la Facultad fue vista en su momento como un acto
de locura, y es justamente esa locura la que se necesita para que las
innovaciones se lleven adelante.
SEÑOR PRESIDENTE.- Como siempre, la Asociación de los
Estudiantes de Medicina no ha dejado pasar este momento para hacer su pequeño
homenaje al Prof. Pablo Carlevaro. Voy a tomarme el atrevimiento de llamarlo
compañero, a pesar de la diferencia generacional. Siempre estuvo dispuesto a
trabajar con nosotros. Fue una persona a la que nunca se le notó la edad, ya
que podía hablar con alguien de veinte años y también con un Decano o con un
Rector. Fue sumamente crítico y alcanzó muchas conquistas, entre ellas la emblemática
de los años 50 con la Ley Orgánica de la Universidad de la República, y la del
Hospital de Clínicas, cuando se disputaba con el Poder Ejecutivo su pertenencia
a la Universidad. Nos contó la anécdota de cómo había empapelado todo el
trayecto desde la casa presidencial de Suárez hasta donde trabajaba el presidente,
en los alrededores del monumento a Luis Batlle Berres.
Fue una persona que cuando lograba
una conquista, enseguida hacía notar que había que seguir construyendo, porque
nunca se llega al máximo. Siempre se puede lograr más. Hablamos de alguien profundamente
universitario y revolucionario.
Para quienes estamos ahora en la
AEM, Pablo Carlevaro no es solo un referente o un compañero. Es alguien que
trazó una hoja de ruta, un mapa que estamos siguiendo, sin duda con las
variaciones propias de cada estilo generacional pero con el mismo objetivo, ya
que sus proyectos siguen tan vigentes hoy como antes. Me refiero a lograr una
Universidad de cara al pueblo, con la más alta calidad educativa para todos.
Vamos a encargarnos de organizar el
homenaje del Claustro, al que invitaremos a todos los integrantes de la
Universidad. Si están de acuerdo, mañana le puedo plantear el tema al señor
Decano. También podríamos poner el nombre del Prof. Pablo Carlevaro a la sesión
ordinaria del próximo jueves.
(Apoyados)
¾¾¾
Evaluación del plan de estudios
SEÑOR PRESIDENTE.- Hace tres sesiones me comprometí a leer
lo que había trabajado el Departamento de Educación Médica respecto a la evaluación del plan de estudios. El Dr.
Ruso y la Dra. Ale mandaron material por correo electrónico. Tengo que decirles
que me vi un poco saturado con el aspecto metodológico y los percentiles. De
todas formas, redacté un documento que vamos a repartir en el Claustro para que
podamos discutirlo.
SEÑORA ACUÑA (Doc.).- Los objetivos plantean lo
siguiente:
“Objetivos:
1- Evaluar
si se está llevando a cabo lo escrito en el nuevo plan de estudios en la
práctica, la coherencia en su aplicación y si el perfil del egresado está
adaptado a las necesidades de la sociedad.
2- Obtener
resultados cuantitativos de los diferentes cursos y exámenes para poder conocer
fortalezas y debilidades de los mismos.
3- Obtener
resultados cualitativos de los diferentes cursos, donde puedan explicar qué
buscan mediante sus contratos didácticos, si estos se cumplen y el porqué de
los resultados de los mismos.
4- Poder
conocer las dificultades con las que se encuentra el estudiante a la hora de
cursar (accesibilidad materiales de estudio, horarios, metodología utilizada,
lugar donde vive, formación secundaria, etc.). Y el motivo de pérdida de años o
abandono, tanto para trabajar sobre eso como también para que la facultad sepa
y tenga un registro estadístico de qué pasa con cierto grupo de personas.
5- Conocer
fortalezas y debilidades que encuentran los docentes a la hora de llevar a cabo
las prácticas (materiales, suficientes docentes, grupos grandes, disposición de
los estudiantes, etc.)”.
SEÑORA ARTAGAVEYTIA
(Doc.).-
Agradezco el trabajo de los compañeros de armar un documento coherente, con
fundamentación y objetivos. Estoy de acuerdo en que estos últimos traducen lo
que estuvimos hablando pero me parece que mezclan cosas diferentes. Lo que
queremos es evaluar la implementación y ejecución del plan de estudios, porque
este ya fue discutido y aprobado. Hay que ver si se ejecutó bien y se obtuvo
los resultados que se querían. Por ejemplo, en el primer objetivo se plantea
ver si el perfil del egresado está adaptado a las necesidades de la sociedad.
Supuestamente eso es así. Por eso digo que lo primero que tenemos que hacer es
evaluar si el plan se ejecutó correctamente porque quizá los resultados no sean
por el plan de estudios en sí sino porque no se implementó como se debía.
Por otro lado, no entiendo qué se
busca cuando se plantea lograr resultados cuantitativos de los diferentes
cursos para poder conocer sus fortalezas y debilidades. Los cursos y los
exámenes son elementos complementarios pero diferentes. El documento que mandó
la Dra. Ale es muy interesante porque plantea los distintos puntos a
desarrollar, hablando del perfil y las competencias del egresado, enganchándolo
con la estructura, la metodología y la evaluación. Quizá habría que disgregar
más estos objetivos. ¿El examen evalúa el curso o los conocimientos? Lo pregunto
porque no sé si la fortaleza o debilidad de un curso surge de la evaluación que
se hace al estudiante. Quizás eso implicaría evaluar las herramientas.
Lo que debe quedar claro es qué
queremos evaluar, y creo que es la implementación del plan de estudios. Quizá
después surja alguna otra conclusión secundaria, como que la estructura del
plan no es la adecuada para el perfil del egresado.
Leyendo el material que se envió
previamente, así como evaluaciones parciales sobre ingresos y egresos, veo que
hay elementos objetivos. Se plantea una evaluación del abandono curricular.
Espero que el DEM la haya realizado. De ser así, podemos pedirle que nos
actualice los datos. También estoy de acuerdo con lo que se planteó en otras
sesiones. Este tema exige gente experta y que le pueda dedicar tiempo.
SEÑOR PRESIDENTE.- En el documento del DEM figuran las
encuestas que realizaron los estudiantes en los distintos años, al final de
cada curso, para evaluarlos. También hay una recopilación de los datos, en
forma más resumida, con percentiles.
Las encuestas muestran resultados
similares. Las posibilidades de respuesta son cinco: “1. Fuertemente en
desacuerdo”, “2. En desacuerdo”, “3. Ni de acuerdo ni en desacuerdo”, “4. De
acuerdo” y “5. Fuertemente de acuerdo”. Hay alrededor de veinte estudiantes que
están de acuerdo con los resultados; y entre cincuenta y sesenta que están fuertemente
de acuerdo. Eso se va dando así en todos los cursos, lo que da algo más de 50 %.
De todas formas, me faltó ver los resultados de varios cursos porque son
muchos. Sería bueno saber en qué cursos se dan las mayores diferencias en los
resultados.
SEÑOR ECHENIQUE
(Eg.).- Uno de
los objetivos fue justamente la comparación del curso año a año, no con otro
sino consigo mismo. La escala que mencionó el presidente tiende siempre a
inclinarse hacia un lado u otro, hacia el resultado positivo o hacia el
negativo, pero lo interesante es saber qué pasa con el mismo curso en distintos
años.
Por otro lado, la parte escrita del
informe necesitaría un equipo de analistas –que la Facultad no tiene– que diera
más sustancia a los datos fríos para que podamos conocer la realidad que
muestran esas cifras. Esto está hecho por técnicos en matemática. Hay que
lograr que alguien lo interprete para que podamos entenderlo.
SEÑOR RUSO (Doc.).- ¿Es competencia del Claustro llevar
adelante este proceso de evaluación?
SEÑOR PRESIDENTE.- Sí.
SEÑOR RUSO (Doc.).- Lo pregunto para saber si tenemos
el poder suficiente como para llevarlo adelante.
SEÑOR PRESIDENTE.- Mañana me voy a reunir con el
Decano para fijar la entrevista con el Departamento de Educación Médica que nos
permitirá establecer las bases de este proceso.
SEÑOR RUSO (Doc.).- Este tema tiene una parte técnica y
otra académica, y es como hacer una casa. Debemos definir muy claramente qué queremos.
Los evaluadores trabajan como los arquitectos. Van a hacer lo que nosotros les
digamos y, si sale mal, no será culpa de ellos.
Un componente es el estadístico, con
todos los datos cuantitativos. El otro componente ‑quizás el más
importante‑ es el evaluador, que es quien va a elaborar el modelo sobre
el cual nosotros vamos a trabajar.
Antes de definir el porqué, debemos
definir qué vamos a evaluar y hasta dónde lo vamos a hacer. Seguramente lo que
tengamos más claro es qué vamos a evaluar. El tema es definir hasta dónde,
porque un proceso de evaluación llega hasta la planta física.
Algo que a algunos nos preocupa
muchísimo es saber cuánto cuesta el plan de estudios. Yo no sé si este plan de
estudios es sustentable. Justamente, me gustaría conocer su grado de
sustentabilidad económica, en función de los números que maneja la Facultad.
Otro elemento es la infraestructura
edilicia en la que se está desarrollando el plan de estudios, esto es, qué
condiciones estamos dando a los estudiantes. No sé si vamos a poder evaluar
todo eso, pero son ingredientes esenciales.
SEÑOR ECHENIQUE
(Eg.).- En la
Facultad se hicieron mejoras de las condiciones de estudio, como las obras en
el exedificio Alpargatas. También se utilizó para eso recursos del programa de
mejoramiento de la enseñanza. Con eso se construyó el laboratorio de habilidades
clínicas en el Hospital universitario y el de habilidades básicas en el
edificio central de la Facultad, así como también se compró el equipamiento
para el desarrollo de habilidades comunicacionales. De todas formas, estoy de
acuerdo en que el aspecto económico es importante porque se puede tener las
mejores ideas pero sin dinero no se logra nada. Para eso es fundamental saber
cuánto cuesta lo que se está haciendo.
SEÑOR RUSO (Doc.).- Todos esos elementos hacen a la
sustentabilidad del plan de estudios. Para los estudiantes los hospitales son
inhóspitos; no dan ganas de quedarse a estudiar o a trabajar. Por supuesto que
esas cosas no las vamos a cambiar de un día para el otro pero forman parte del
proceso evaluatorio, y en esos términos lo planteo. Hay aristas fuertes de ese
proceso que debemos definir de antemano si las vamos a evaluar o no, o si esto
será una evaluación del plan de estudios desde el punto de vista didáctico y
metodológico.
SEÑORA ÁLVAREZ (Doc.).- Estoy de acuerdo con la Dra.
Artagaveytia en que hay que empezar a dividir los objetivos para especificar
más lo que queremos saber.
Con respecto a lo que planteó el Dr.
Echenique, los porcentajes y gráficas nos dan los datos pero eso hay que
transformarlo en información. Los matemáticos plantean una cantidad de datos y
que cada uno se arregle como pueda. Es función de los epidemiólogos
transformarlos en información.
Por otro lado, cuando comenzó la
aplicación del plan de estudios, la Organización Panamericana de la Salud hizo
un curso virtual de formación de recursos humanos en atención primaria de
salud. Hice el curso pensando que iba a encontrar la panacea, pero vi que era
lo que ya estábamos aplicando aquí. Mi tutor me recomendó que mirara las
debilidades y fortalezas del proceso. Justamente, la principal debilidad es la
formación de los recursos humanos docentes. El plan de estudios requiere muchos
más docentes porque la enseñanza ya no es masiva sino más personalizada.
También se necesitan muchos más ámbitos donde los tutores y sus estudiantes se
puedan reunir. Sería bueno que algunos de ustedes vinieran a ver las instalaciones
del exedificio Alpargatas. Tengo grupos de 27 estudiantes, a quienes conozco
por su nombre, por su problemática familiar y por sus fortalezas en el estudio.
No solo contamos con salones adecuados, pequeños, sino también con espacios
donde se pueden juntar, que tienen mesas, sillas y pizarras. Por supuesto que
todo eso se logra con recursos económicos.
SEÑORA
ACUÑA (Doc.).- De todas formas, la Facultad ha puesto mucho dinero
en el nuevo plan de estudios pero eso no ha sido comprendido por la totalidad
de los docentes. Me refiero a que no han entendido que ese dinero era para
fortalecer y construir el plan de estudios. Eso hay que decirlo.
SEÑORA ÁLVAREZ (Doc.).- Eso implica un cambio cultural,
para que los docentes entiendan que con este plan de estudios necesitamos más
compromiso.
SEÑORA ARTAGAVEYTIA
(Doc.).- El
plan de estudios se empezó a implementar con lo que había y, en la marcha, se
fue mejorando hasta donde se pudo. Por eso es importante evaluar la parte
económica y de infraestructura, para poder seguir adelante. Es cierto que hubo
mejoras, pero eso no alcanza. Todavía faltan muchas cosas. Se reforzó el primer
trienio con recursos humanos y se arregló el exedificio Alpargatas, aunque lo
utilizan todas las carreras de la Facultad y no es fácil encontrar un lugar
para dar clase o tomar un examen. Sin embargo, no se reforzó el segundo
trienio, ni en recursos humanos ni en la parte edilicia, ya que los hospitales
dependen del presupuesto de la Facultad de Medicina. Por eso digo que falta
mucho por hacer. También está el tema del Hospital de Clínicas pero, ¿y los
demás hospitales? Cuando se habla de la enseñanza clínica hay que pensar en
todos los ámbitos.
SEÑOR RUSO (Doc.).- Otro aspecto importante es la
evaluación docente, no solo desde el punto de vista pedagógico. Estamos ante un
desafío enorme que implica la crisis de docentes. Cada vez menos gente se dedica
a la docencia. A eso se suma que para ser docentes se requieren cada vez más
competencias, tendiéndose casi a una profesionalización. En la Facultad de
Medicina la carrera docente no es atractiva. Por otro lado, hay una exigencia
cada vez más grande para lograr su profesionalización, que comenzó con los talleres
para docentes que realizaba el Prof. Carbajal. Ese aspecto también se da a
nivel de la educación médica continua. En el Colegio Médico nos estamos
planteando quién tiene la capacitación para ingresar en un proceso de educación
médica continua. Por eso es imprescindible valorar el proceso que ha seguido la
docencia en el plan de estudios.
SEÑOR PRESIDENTE.- Damos por finalizada la reunión.
(Es la hora 15 y 15)