ASAMBLEA DEL CLAUSTRO DE LA FACULTAD DE MEDICINA

CLAUSTRO ABIERTO

30 de junio de 2016

Acta N° 39

Versión taquigráfica

Preside el Br. Martín Everett.

ASISTEN:

Por el orden docente: Ana Acuña, Selva Alé, Nora Artagaveytia, Bernardo Bertoni y Adriana Cassina.

Por el orden de los egresados: Daniel Ayala, Celia De Pró, Edén Echenique, Fernando Rodríguez y Ricardo Silva.

Por el orden estudiantil: Agustina Chapuis, Martín Everett, Lucía Laborda y Lucía Sabatella.

Actúa en Secretaría la Sra. Sara Carreras.

 

Título intermedio

SEÑOR PRESIDENTE (Everett).- Siendo la hora 13 y 15, damos inicio a este Claustro Abierto que convocamos con el objetivo de discutir el título intermedio.

            En la presentación que voy a realizar no hay nada definitivo sino elementos que se han discutido en el Claustro pasado y en este. Utilizamos puntos de consenso que existen dentro del Claustro y opiniones de los diferentes claustristas.

El título intermedio aparece con el nuevo plan de estudios, que fue aprobado por el Claustro el 27 de diciembre de 2007 y por el Consejo Directivo Central en agosto de 2008. Se trataba de una tecnicatura que se lograba al finalizar el cuarto año.

            En cuanto a los requisitos para obtener el título de Técnico en Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades estos son, entre otros, tener cuarto año de la carrera completo y 20 créditos en materias optativas y electivas.

            ¿Por qué la necesidad de cerrar esta discusión? Porque es un título que se viene prometiendo a varias generaciones de estudiantes de Medicina. Este estudiante debe dedicar muchos años a la carrera y no tiene muchas salidas laborales, más allá de ser docente o practicante externo. Por eso creemos fundamental un título como este que le permita otra salida laboral.

             En 2011 se aprobó la Ordenanza de Estudios de Grado de la Universidad de la República, que estableció reglas de funcionamiento para toda la institución. Las Facultades dejamos de ser “islas” para formar un todo. En su artículo 2 establece diferentes niveles de formación y tipos de certificación. En su literal b, se estipula que con carreras con un mínimo de 1.200 horas de clase o actividades equivalentes, o 180 créditos realizados en el período entre dos y tres años lectivos, se otorgará el título de técnico o tecnólogo. Por lo tanto, nuestro título debe pasar de cuatro a tres años.

            La asignación de créditos para cada nivel de titulación se establece de la siguiente manera: tecnicaturas y tecnólogos: 160/240 créditos o 180/270 créditos.

            El perfil y las competencias del técnico fueron elaborados por el Claustro anterior, que produjo un documento muy completo. El técnico puede participar en el diseño y contribuir en la ejecución de programas y estrategias para promover la salud a nivel local, regional o nacional; desarrollar proyectos para el mejoramiento de la formación en salud y prevención de enfermedades; promover la autogestión de los individuos, grupos y organizaciones en el desarrollo de conductas saludables; integrar proyectos interinstitucionales e interdisciplinarios para promover comunidades saludables; realizar cursos de entrenamiento o talleres de promoción en salud y prevención de enfermedades; identificar los problemas de salud locales; proveer el asesoramiento especializado a otras organizaciones como escuelas o comunidades locales; manejar y aplicar técnicas y herramientas de educación para la salud, educación popular y participación comunitaria; comunicar los conceptos vinculados a la promoción, usando diferentes técnicas, herramientas y modalidades; estará capacitado para participar dentro de los equipos de salud.

            Este título tiene un fuerte componente de atención primaria de salud (APS), gran cambio del nuevo plan de estudios y también del Sistema Nacional Integrado de Salud. El técnico desarrollará la promoción de salud trabajando con equipos de salud en contextos educativos de enseñanza primaria, secundaria e informal, así como contextos barriales y comunitarios, y colectivos como empresas, sindicatos, organizaciones deportivas o recreativas, instituciones reguladoras o prestadores de servicios del área de la salud. Desarrollará tareas en áreas como salud de la mujer y de la mujer embarazada, salud infantil, adolescente, tercera edad, prevención de enfermedades clínicas, hábitos saludables, prevención del maltrato y violencia doméstica, prevención de adicciones, discriminación, educación sexual y promoción de tolerancia, prevención de accidentes domésticos, educación vial, promoción de la salud laboral, promoción de la salud en su afectación por el ambiente, promoción de autonomía y autogestión de grupos, participación e implementación, regulación o auditoría de programas y metas prestacionales y comités de infecciones hospitalarias.

            Cuando hablamos del título intermedio nos cuesta entender qué va a hacer esta persona. Las competencias son bastante amplias pero no está claro qué es lo que haría este técnico. Eso es importante a la hora de promocionarlo o de entusiasmar a la gente.

            Una actividad podría ser llevar adelante un estudio sobre la seguridad del paciente en determinado hospital, evaluando en qué lugares se producen más caídas; implementar un sistema de pulseras para identificar a los pacientes o evitar úlceras por presión. Otra podría realizar un control epidemiológico con un registro de diferentes patógenos, como el clostridium difficile, e informar al Ministerio. Puede insertarse en distintas áreas de salud como la cardiovascular, la oncológica, o en diabetes, para encargarse del desarrollo de una campaña de propaganda y de actividades para concientizar a la población. Podrá ser parte del equipo de salud de policlínicas, escuelas, liceos o centros comunales. De esa forma conocerá los problemas específicos de cada comunidad, para poder realizar proyectos enfocados a esos problemas.

            Para lograr el título de Técnico en Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades se deberá tener aprobado el primer trienio de la carrera de Doctor de Medicina, donde se establecen las bases de la medicina comunitaria. El estudiante de Medicina puede optar por realizar la tecnicatura, para lo cual deberá aprobar el primer año de la carrera. También deberá cursar materias optativas y electivas, como promoción o prevención en algún área específica, estadística, epidemiología, método científico, educación para la salud, antropología o sociología médica, comunicación o similares. De esta manera se lograrán las competencias necesarias, en los lugares idóneos dentro de la Universidad. Además de la base en medicina, una necesidad es que tenga una fuerte formación en otros ámbitos. ¿Qué mejor que en lugar de ser impartido por la Facultad de Medicina, lo haga la Universidad de la República, donde ya existen ámbitos idóneos para hacerlo? Me refiero a la comunicación, las ciencias sociales, la psicología o la odontología, especialidades que se imparten en Facultades dentro de la Universidad.

            También se planteó hacer materias optativas y electivas por áreas (pediatría, cardiovascular, geriatría o salud mental). De ese modo el estudiante, dentro del mismo título, podría lograr un perfil más afín a sus gustos. Otro planteo de los claustristas fue que se exigiera la presentación de un portafolio que asegure las competencias generales para la tarea y la entrega de un trabajo final.

            ¿Quién definirá las materias optativas y electivas y la implementación de esta carrera? Lo harán la Comisión de Carrera y el director de carrera, como lo establece el Capítulo III de la Ordenanza de Grado.

            También nos interesaba contar con la opinión de personas que estuvieran fuera del Claustro y por eso invitamos al Prof. Julio Vignolo, a quien damos la bienvenida, así como al señor decano. La idea es empezar a cerrar este tema, que es un debe que tenemos con los estudiantes.

SEÑOR ECHENIQUE (Eg.).- Este es un título intermedio de la carrera de Medicina. O sea que parte de lo que el estudiante debe lograr para esta tecnicatura también es parte de la formación en Medicina que está cursando. Él puede optar por hacer la tecnicatura y quedarse ahí o hacerla y seguir adelante. El título intermedio no es una alternativa excluyente.

SEÑOR PRESIDENTE.- En el Claustro se discutió mucho el hecho de que no todos tendrían la necesidad de lograr este título. Hoy el estudiante tiene la opción de solicitarlo, haciendo determinadas materias optativas y electivas extras a la carrera de Facultad.

SEÑOR ECHENIQUE (Eg.).- Otro aspecto tiene que ver con la inserción de este técnico en los actuales servicios asistenciales, como sucede con los estudiantes de Medicina que son practicantes. Este título no lo habilita como practicante. Debería cambiarse algo para que esto fuera una salida laboral para el estudiante antes de recibirse. Ese es un déficit que tenemos.

SEÑORA CASSINA (Doc.).- ¿Cómo es el tema de la habilitación de este título?

SEÑOR PRESIDENTE.- La habilitación que da el Ministerio de Salud Pública para el practicante externo se otorga con quinto año aprobado. Eso sería algo aparte de este título intermedio.

SEÑORA ADRIANA FERNÁNDEZ.- Quiero hacer una precisión con respecto a la Ordenanza de Grado. Allí se hace referencia a los títulos intermedios, pero en el literal (a) del artículo 2, que dice: “Carreras con un mínimo de 2.400 horas de clase o actividad equivalente, o 320 créditos, realizados en un período de cuatro años lectivos o más, que otorgan el título de Licenciado o título profesional equivalente y pueden incluir titulaciones intermedias con perfil de formación definido”. Luego, el literal (b) refiere a los títulos de técnicos y tecnólogos, que tienen otra carga horaria y otro número de créditos. Pero los títulos intermedios están citados en el literal (a).

            Por lo tanto, si la intención es crear un título que se ajuste a la normativa vigente, habría que cambiar la expresión “título intermedio” porque eso confunde mucho. Aquí lo que se está proponiendo no es un título intermedio sino un título de técnico.

SEÑOR BERTONI (Doc.).- En el Claustro surgió la necesidad de implementar con respecto a lo mencionado en el plan anterior, esto es, un título al que la persona accedía cursando la carrera y sin siquiera solicitarlo. Se intentó generar una tecnicatura que se desacoplara del plan y lograr así un técnico.

            También concuerdo en que no es lo más adecuado hablar de “título intermedio”, pero lo hacemos tomando en cuenta la construcción que se hizo en el período pasado hacia una tecnicatura. Se hizo una mezcla con lo que estaba en el plan de estudios de la carrera de Medicina y lo nuevo que se estaba proponiendo, que era una tecnicatura. Ahora tenemos que ver si esto va a terminar siendo un título intermedio o si realmente va a tomar un cariz más de técnico.

SEÑORA LABORDA (Est.).- No me queda claro cuáles deberían ser las características para que este fuera un título intermedio. Se dijo que, si nos ajustamos a la normativa vigente, lo que proponemos no lo sería. Pero no tengo claro las características para poder ajustar esto ya sea a un título intermedio o a una tecnicatura.

SEÑORA ADRIANA FERNÁNDEZ.- Lo que ustedes plantearon es una tecnicatura. Por lo tanto, debería requerir más créditos que los que se están proponiendo.

SEÑOR PRESIDENTE.- La idea de esta reunión es tener insumos externos al Claustro para poder terminar de elaborar un documento. En ese sentido, damos la palabra al Prof. Dr. Julio Vignolo.

SEÑOR VIGNOLO.- Yo participé del Claustro en el que se aprobó el nuevo plan de estudios y les quiero contar cuál fue el espíritu de este título intermedio o como quiera llamársele. La idea era lograr un especialista en promoción de salud y prevención de enfermedades, haciendo la distinción entre una cosa y la otra. Podría participar en las comunidades haciendo diagnósticos de situaciones de salud participativos, proyectos y programas, así como también la parte de promoción de salud. Se consideró que el país tenía muy pocos educadores para la salud y en el primer nivel se hace necesaria la participación de equipos interdisciplinarios, con la presencia de médicos, licenciados en psicología, trabajadores sociales, etc. Este profesional bien podría participar en el primer nivel de atención. A su vez, podría trabajar en prevención de enfermedades, colaborando junto al doctor en Medicina; participando en lo individual, a través de la prevención, o en lo colectivo, en la promoción de salud. ¿Cómo se logra ese título? Al finalizar el año curricular.

            De todas formas, debemos decir que ha habido dificultades. Todo esto se logra si se cumple con lo establecido en el nuevo plan de estudios con respecto al trabajo de campo. Actualmente, a partir del segundo año el trabajo de campo no se puede realizar, por el aumento del número de estudiantes y el no aumento acorde del número de docentes. Eso ha determinado que el trabajo de campo no se pueda realizar en el segundo y en el tercer año. Lo que fue pensando como una instancia para estar con el estudiante una vez por semana ahora se hace una vez cada 15 días, y exclusivamente para realizar tareas clínicas en talleres. A los docentes no les da el tiempo para realizar trabajo de campo, ya que participan en varios ciclos: el Introductorio, el CBCC, el CGI y el Cimgi. Además, se hace difícil tener instancias clínicas con los pacientes en grupos de 40 estudiantes.  Por eso se trabaja prácticamente en talleres y se dividió en dos grupos de 20 estudiantes, una vez cada 15 días en lugar de una vez por semana, además de dividirlos todavía más para ver pacientes. Esa es la situación que estamos viviendo en el segundo año. No sabemos qué va a pasar en el próximo, en vista de la situación presupuestal y del aumento del número de estudiantes. Aquí dejo planteada una incógnita.

            Sin embargo, el espíritu del plan de estudios es que al terminar el cuarto año el estudiante pueda obtener el título intermedio o la tecnicatura, en función de las habilidades adquiridas para el trabajo en los colectivos y de forma individual, junto al doctor en Medicina.

SEÑOR ECHENIQUE (Eg.).- Si la función es esa, con la tecnicatura vamos a tener los mismos problemas.

SEÑOR SILVA (Eg.).- Dilucidar si este es o no un título intermedio no es un tema menor. Una cosa es que sea una alternativa que tiene el estudiante de Medicina y otra es que sea una alternativa para el bachiller. Como se está presentando, es una alternativa para alguien que terminó Secundaria y entra a la Facultad de Medicina con ese objetivo. No sé si eso no redundará en un aumento de la matrícula y de las dificultades que tiene la Facultad. También son importantes otras interrogantes que surgieron: si ese título es obligatorio o no, así como las posibilidades de acceder a las optativas y a las electivas. Todo eso lo tenemos que definir adecuadamente.

SEÑOR BERTONI (Doc.).- Cuando se llevó adelante el tema del técnico, se tomó en cuenta muchas de estas cosas. La idea no fue armar una tecnicatura porque sí, ya que se entendió que la persona necesitaba una formación que consideramos no se podía adquirir en los primeros años. Al ser una tecnicatura, hablamos del primer trienio de la carrera.

            Todos los que trabajamos en esto planteamos el número de créditos de cada tramo de la carrera hoy. Un aspecto fue la biología humana, que en el primer trienio implicaba alrededor de 190 créditos. La parte clínica significaba aproximadamente 18 créditos y la parte de salud social representaba 33 créditos. Eso lo hicimos tomando en cuenta la información de lo que se estaba haciendo en ese momento.

            Viendo esto, el planteo fue diferente. Se consideró que el técnico debería tener alrededor de 100 créditos en biología humana, 20 en clínica ‑porque no va a ser médico‑ y 120 en salud social. Eso permitía que el individuo adquiriera una serie de habilidades para poder trabajar en ese ámbito que está planteado en el perfil. Tal cual está ahora, no va a dar lugar a un técnico.

SEÑORA ARTAGAVEYTIA (Doc.).- Originalmente el título se planteó como una salida laboral para el estudiante y eso es lógico, independientemente de la habilitación que otorga el Ministerio de Salud Pública. El primer problema que surgió fue que se otorgara al final del cuarto año, cuando una tecnicatura debe durar tres años. De todas maneras, más allá de ese aspecto es importante no sacarlo de contexto con respecto al plan de estudios. Se determinaron competencias que el estudiante no obtenía al finalizar el primer trienio. Eso es claro si vemos la realidad y no lo que dicen los papeles del nuevo plan de estudios. Por eso es necesario que complete esa formación dentro de la Facultad de Medicina, si hay lugares que la brinden, o fuera de ella.

            Una de las discusiones que se dio en este Claustro fue que si el estudiante optaba por esta tecnicatura pero su interés era continuar con la carrera, esa formación adicional le iba a quitar tiempo. De todas formas, la realidad muestra que el 70 % de los estudiantes quedan por el camino. ¿Qué pasa con ellos? Quizá la solución sea esa salida laboral, que tal vez sea la única para algunos.

            Lo que no podemos es ver esto descontextualizado, sin considerar el plan de estudios en función de las áreas de formación. Eso permite otorgar una lógica, un hilo conductor a toda la carrera y no ir paso a paso, como lo hicimos hasta ahora. Me refiero a las áreas de formación biológica, clínica y de salud social, que abarcan desde el trabajo comunitario hasta la formación científica. Por supuesto que en el correr de la carrera las proporciones de esas áreas se van modificando, pero eso hace a la flexibilidad que debe tener la Universidad. Es más posible que cambie de rumbo el estudiante que está iniciando una carrera que el que está en el final.

            Es importante el tema de la formación para que este promotor cumpla con el objetivo. Si lo seguimos considerando por separado no vamos a poder resolver el problema real de esos estudiantes que están esperando para recibir el título. Tenemos que apurarnos y pensar la adecuación junto con este título o tecnicatura para lograr la formación que debe tener el estudiante.

SEÑOR ECHENIQUE (Eg.).- Aquí estamos hablando del título intermedio que, como dice la Ordenanza, “puede incluir titulaciones intermedias con perfil de formación definido”. Ahí no se establece el número de créditos necesarios para lograr eso pero sí para la tecnicatura.

            El plan de estudios vigente establece: “Se le aportan al futuro profesional los medios para contribuir a satisfacer las demandas sociales prioritarias en esta área, lo que implica la investigación y el desarrollo de programas de promoción de salud y prevención de enfermedades y la adquisición de los fundamentos de los métodos epidemiológico y clínico y de las destrezas para el examen del individuo y las colectividades”. Si eso no se está haciendo, no le estamos brindando la formación que el estudiante necesita para ser médico, y no solo para ser técnico. Este es el problema que más me preocupa. Decimos que estamos formando un profesional distinto, volcado a la atención primaria en salud, con un perfil de promoción, pero eso no es verdad. La concepción de médico que estamos planteando es acotada, ya que sería una persona con un perfil asistencialista pero no el que estamos buscando. Lo veo como un problema muy grave, ya que el plan de estudios se está aplicando en forma parcial.

SEÑOR VIGNOLO.- Lo que dice el Dr. Echenique es verdad. El plan de estudios figura en la letra de los papeles pero no en los hechos, tanto para el promotor en salud como para el doctor en Medicina. Si tenemos grupos de 40 estudiantes cada 15 días, ¿en qué momento ven a los pacientes? ¿Acaso puedo meter a 40 estudiantes en una policlínica? No solo no hay lugar en los consultorios sino tampoco en las salas de espera ni en otros sitios establecidos en el primer nivel. Por eso digo que, en los hechos, el plan de estudios no se está aplicando de acuerdo a lo que votamos en el Claustro. Ahora bien, el Claustro también resolvió que el título debería dársele al finalizar el cuarto año.

SEÑORA MARÍA NOEL ÁLVAREZ.- Participé en el Claustro anterior en el grupo que trabajó estas modificaciones del título intermedio. El objetivo fue adaptarlo a la Ordenanza de Grado y a las formas de obtener los títulos actualmente no solo en el Uruguay sino en el mundo.

            Estaba pensando en el tema del título intermedio versus una tecnicatura o una licenciatura como salidas alternativas para el estudiante en la carrera. Si consideramos ese título intermedio como el que el estudiante que va a terminar la carrera accede, estamos hablando de una salida laboral por un tiempo. No se trata del aquel que no va a terminar la carrera porque se dio cuenta que no es ese su interés. A veces las dos situaciones se pueden encontrar en los mismos títulos. Podemos tener tecnicaturas y licenciaturas que sean salidas laborales alternativas por un tiempo o como algo definitivo. Yo me inclinaría por tener los dos tipos de salida, máxime cuando sabemos que la licenciatura habilita a una carrera académica, que es a lo que debemos tender.

            Por otro lado, las tecnicaturas tienen un sentido cuando sirven a aquel estudiante que estuvo dos, tres o más años en la Universidad. Hasta ahora la visión externa de ese caso es de un estudiante que no llegó a nada. Sin embargo, es alguien que pasó muchos años en la Universidad, con la consiguiente inversión importante no solo suya sino de su familia, de la Facultad y de la sociedad. Es un tema que no podemos dejar de tomar. Lo estamos discutiendo y no lo resolvemos, porque el título en el cuarto año no resuelve eso. Creemos otros títulos y otras licenciaturas, pero si nos quedamos en esta discusión de si título intermedio sí o no, no vamos a resolver nada.

SEÑORA CASSINA (Doc.).- Con esta tecnicatura estamos generando un título más de los 21 que expide la Facultad de Medicina. Por supuesto que tienen que existir otras alternativas, pero esto es distinto a lo que plantea el plan de estudios. Ahí comparto lo que dice el Dr. Echenique. ¿Qué pasa con el plan de estudios? ¿Qué pasa con el estudiante al que tenemos que dar todas las competencias para obtener el título intermedio? ¿Vamos a sumar una tecnicatura más a las 21 que ya tiene la Facultad de Medicina, cuando no podemos con las que hay actualmente?

SEÑORA LABORDA (Est.).- Esta discusión de si generamos una tecnicatura ya la tuvimos. Lo estamos viendo como algo demasiado apartado y olvidamos que los estudiantes de Medicina ya tenemos determinada cantidad de créditos en optativas y electivas. Lo que obliga este título es a ver qué tipo de electivas y optativas va a hacer el estudiante. Imagino que las mismas que uno optó por cursar para obtener el título intermedio también serán parte de los créditos que se necesitan para llegar a ser doctor en Medicina. No es, como dice la Dra. Artagaveytia, que el título intermedio va a sacar tiempo al estudiante de la carrera de Medicina. Son materias que de una manera u otra deberemos cursar. Aunque no me interese el título intermedio, voy a tener que cursar optativas y electivas. Lo que puedo hacer, si me interesa el título, es cursar optativas del perfil que quiero adquirir. Por eso con Martín Everett pensamos crear una especie de área de optativas y electivas para asegurar que el estudiante que llegue al título intermedio tenga un perfil establecido por la Facultad y no que logre 100 créditos por haber estudiado guitarra, ya que esto no sumaría en el caso del técnico. Al discutir esto de manera aislada nos estamos olvidando de la carrera y centrándonos demasiado en el título y las exigencias para obtenerlo, cuando son exigencias que ya tenemos.

SEÑORA CASSINA (Doc.).- ¿Para eso se va a modificar el plan de estudios? Lo pregunto porque eso lo tiene que decidir el Claustro.

SEÑORA ACUÑA (Doc.).- Se trató de adecuar el plan de estudios a la Ordenanza de Grado, con el número de créditos y demás. Se pensó también en los estudiantes que no pueden continuar la carrera y que, con esto, tendrían algo que justificara su pasaje por la Universidad. No se trata solo de darles un papel sino una salida laboral, porque hay lugares donde este técnico podría actuar. Estamos hablando de un estudiante de Medicina, con una visión de salud que tendría utilidad. Otro tema es la licenciatura, que exigiría un año más y la presentación de una monografía. Es algo que nos resulta difícil porque venimos de una Facultad muy compartimentada.

SEÑOR LUIS CALEGARI.- En primer lugar, quiero expresar mi alegría porque se haya retomado este tema. Una de las causas del abandono o de esa consideración externa sobre la poca efectividad de las carreras universitarias largas es no contar con etapas donde se reconozcan los avances y conocimientos que adquieren los estudiantes. De todas formas, la expresión “título intermedio” no me gusta porque la Universidad ha tenido experiencias de títulos intermedios que tuvieron muy poco valor para los estudiantes, a excepción del de Procurador que otorga la Facultad de Derecho. O sea que no debe ser un título que se otorgue solo por el hecho de haber cursado determinada cantidad de años.

            En segundo término, la Ordenanza de Grado abre una enorme cantidad de posibilidades y en ninguna de ellas es necesario modificar el plan de estudios de la Facultad de Medicina. Hay que aprovecharlo en las capacidades que brinda al estudiante pero sin modificarlo. Esto no quiere decir que no tenga que ser revisado de vez en cuando, pero ese es otro tema.

            En tercer lugar, Medicina es una carrera larga, con una enorme cantidad de contenidos. Además, está asociada a otras carreras. Por lo tanto, no es difícil establecer títulos de otra índole, como tecnicaturas o licenciaturas. Esto último es lo que más me gusta, porque abre más perspectivas para continuar estudiando. Un problema que hemos tenido en la Facultad de Medicina son aquellos que ingresan y se enamoran de las ciencias básicas y luego tienen dificultades para hacer posgrados. Por suerte el Pedeciba otorga una posibilidad, ya que transcurridos cuatro años se considera como si fuera una licenciatura. Sin embargo, fuera de eso hay que tener un título equivalente a una licenciatura para poder hacer una maestría o posgrado.

            En cuanto término, cuando ustedes presenten el título que sea, será considerado una carrera. ¿Qué quiere decir eso? Que deberá tener un título, que tiene que expresar un perfil de actividad profesional. No importa que sea técnico, tecnólogo o licenciado, pero deberá tener por detrás una carrera, un diseño curricular que sea coherente con el perfil de salida. Eso se puede lograr creando una nueva carrera o ‑es la condición óptima que presenta Medicina‑ utilizando el potencial de la propia carrera, de otras o creando algunos módulos. El hecho de jugar con todos los créditos que implican las optativas y las electivas es una gran ganancia, que no necesariamente modifica la carrera de Medicina.

            Hay que seguir pensando del título hacia arriba. Me refiero a las capacidades que debe tener ese promotor de salud. ¿Esas capacidades las encuentra total o parcialmente en los primeros años de Medicina o no? ¿Qué es lo que falta? Quizás ese perfil requiere habilidades comunicacionales que no están en la Facultad de Medicina. Deberá tener un muy buen manejo de las determinantes en salud, y no necesariamente conocer sobre todas las enfermedades, para realizar una efectiva tarea de prevención y de promoción de salud. Todo eso hay que pensarlo desde el título. Hay que ver si determinado módulo sirve o no, como el de aspectos comunicacionales que puede ser dado por gente que no sea de la Facultad de Medicina. ¿Esos aspectos están en alguna otra carrera? De no ser así, ¿cómo podemos crearlos? Eso hay que hacerlo pensando siempre en la justeza presupuestal y docente que tenemos. En la Facultad de Medicina hay mucha gente que tiene capacidades y que eventualmente se la podría reunir para crear una optativa. Esa es la manera de avanzar.

            Estoy de acuerdo en que sea una licenciatura, ya que son cuatro años de una carrera tecnológica. Eso brindaría otras posibilidades a los estudiantes. Hay que “jugar” con las optativas. No olvidemos que tenemos una gran experiencia en la Licenciatura en Biología Humana, que nos permite acceder a otro tipo de conocimientos, con los créditos correspondientes. Hay que ver qué otras carreras están abiertas para que podamos hacer eso, pensando todo como una carrera, con su título, su perfil, sus metas y sus objetivos.

SEÑOR ECHENIQUE (Eg.).- ¿A qué se debe su visión negativa con respecto al título intermedio?

SEÑOR LUIS CALEGARI.- Porque hasta ahora un título intermedio se obtenía al llegar a determinado punto de la carrera. La duda es si la persona tiene las capacidades para desarrollar ese perfil. ¿Por el hecho de hacer cuatro años de Medicina alguien puede ser tecnólogo o licenciado en promoción de salud? ¿O se necesita alguna cosa más? Esa es mi duda.

SEÑORA ADRIANA FERNÁNDEZ.- No estuve en el proceso de discusión, por lo que me disculpo si algunas de las cosas que voy a decir ya fueron consideradas. Ante este tipo de problemas, tenemos lo que nos muestra la realidad y lo que quisimos hacer. A veces se confunde tratar de solucionar los problemas reales con lo que sería bueno hacer.

            La Facultad de Medicina realiza una inversión en la juventud, en sus expectativas, con una carrera larga que a veces los estudiantes no terminan. Y esos años que realizan no culminan en una certificación institucional que pueda ser reconocida en otros ámbitos. A veces se trata de suplir eso con un título intermedio. ¿Es algo real? No lo sé, pero se podría considerar como una de las posibles soluciones.

            Una de las cosas que intentamos plasmar en la Ordenanza de Grado fue la flexibilización curricular. Me refiero a permitir más tránsitos horizontales y el pasaje de unas carreras a otras. La creación de títulos ‑no me gusta hablar de título intermedio‑ es para permitir que el estudiante pueda elaborar su carrera. Tenemos el caso de la Licenciatura en Biología Humana, que es una carrera con el 100 % de tránsito flexible, donde el estudiante va ganando créditos con su tutor, hasta completar el perfil establecido. Pero en todos los casos es necesario partir de un perfil. Justamente, en este caso no veo claro que la trayectoria establecida sea la que se está proporcionando. ¿Lo está haciendo la Facultad de Medicina en los primeros tres años de la carrera? En mi opinión, no. ¿Se va a pedir al estudiante que curse otros contenidos? Quizá no sea necesario ni siquiera que curse los tres años o que tenga aprobado los módulos de CBCC.

SEÑORA ACUÑA (Doc.).- Justamente, pensando en eso fue que elaboramos todas estas propuestas de créditos, para que el estudiante tuviera determinado porcentaje de un perfil más biológico, otro de un perfil más social, etc.

SEÑORA ADRIANA FERNÁNDEZ.- Incluso pensándolos así, tampoco lo cerraría tanto a una carrera de la Facultad de Medicina. Hay que pensar qué otros compañeros tenemos en el Área Salud dentro de este esquema. Quizás haya gente en la Facultad de Odontología o de la Facultad de Psicología que esté dispuesta a colaborar en un título de estas características, porque ellos también tienen el mismo problema de estudiantes que ingresan a una carrera que luego no terminan.

Tampoco me gusta mucho que esto se considere como un título más de la Facultad de Medicina. Es otro título más dentro de la Universidad de la República, de la que pueden participar los servicios del Área Salud pero incluso otros como la Facultad de Ciencias Sociales. ¿Por qué no?

SEÑOR BERTONI (Doc.).- Uno de los factores que nos movió a muchos de los que estamos aquí fue el informe que hizo la Dra. Fernández mostrando cómo se desarrollaba la carrera en los primeros años. Allí se marcaba claramente ese grupo de estudiantes que quedaba como perdido y qué opciones tenía. Eso disparó la discusión sobre el título intermedio.

            Por un lado tomamos la Ordenanza, que plantea flexibilizar la currícula para permitir el movimiento horizontal de los estudiantes. El paradigma de eso era la Licenciatura en Biología Humana. Por otro lado, teníamos este título intermedio, llamado Técnico en Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades, que cuando rascábamos un poco nos dábamos cuenta de que el perfil y lo que ofrecía la Facultad en los primeros años no servían. Ahí se comenzó a reestructurar ese título en áreas de formación y tramos, como forma de poder ver qué estábamos ofreciendo. De ahí salen los números que comenté hace unos momentos.

            La idea era que la Facultad de Medicina no podía ofrecer toda la formación y necesitaba de otras Facultades y carreras como, por ejemplo, las de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica. Se hicieron contactos y sabemos que no va a ser exactamente lo que nosotros desearíamos para ese técnico, pero se va a acercar mucho más. Esa visión más abierta es lo que rescato del trabajo que realizamos.

SEÑORA ACUÑA (Doc.).- Justamente, cuando discutimos el tema vimos que en la Facultad de Medicina tenemos otras carreras pero no hay ninguna posibilidad de flexibilización. Un estudiante que cursó dos o tres años en una de esas carreras no tiene posibilidad alguna de revalidar lo que hizo para continuar en otra. El tema es ver cómo establecemos esas comunicaciones dentro de nuestra propia Facultad.

SEÑORA MARÍA NOEL ÁLVAREZ.- Comparto lo que se dice en cuanto a lo que está sucediendo con el plan de estudios y con la titulación del médico, Sin embargo, en este caso no creo que el problema sea que no estamos formando a los estudiantes en los componentes necesarios para ser médico. El problema es que, en el caso de ese técnico en promoción en salud y prevención de enfermedades, es cierto que no le estamos dando los contenidos que necesita, que no son los mismos que requiere el médico. No se trata de un “mini médico” o de un “medio médico”. Es un título distinto, con objetivos y perfil diferentes. Hay elementos de ese perfil que no tienen por qué estar en el perfil del médico y que no se los estamos ofreciendo. Por eso se plantea ir a buscarlos a otras Facultades.

SEÑORA SABATELLA (Est.).- Se ha planteado que el título intermedio es algo que el estudiante logra al llegar al cuarto año pero también es cierto que en ese momento se le abren otras puertas laborales, como la carrera docente, que en el primer trienio no las tiene. Por eso es importante buscar una forma de que el estudiante, en los primeros tres años de la carrera, adquiera destrezas para que pueda tener antes esas oportunidades laborales.

            También es importante pensar en una Facultad con la estructura suficiente como para poder hacer frente a esa cantidad de estudiantes que vendrían todos juntos. Eso va a ser al principio, porque luego se van a ir diversificando. La masividad de la carrera de Medicina es cada vez mayor y los recursos son cada vez menos. Por eso no podemos mentirnos a nosotros mismos y decir que vamos a abrir otra carrera que luego no vamos a poder llevar adelante. Me refiero a que, por diferentes motivos, podemos no lograr el apoyo de otras Facultades, que también tienen sus problemas. Una vez que se defina el perfil, y antes de sacarlo adelante, debemos estar seguros de que vamos a poder llevar adelante el proyecto en el que se va a embarcar la Facultad.

SEÑORA LABORDA (Est.).- Durante la discusión también nos cuestionamos si la Facultad de Medicina lograba formar en los tres primeros años a un técnico con las competencias establecidas en el título. Nos dimos cuenta de que no era así y, aunque la parte de trabajo de campo funcionara perfectamente, tampoco se lograría. Por eso nos dimos cuenta de la importancia que tienen las optativas y electivas para este título, ya que son vitales para que el estudiante logre las competencias necesarias. Además, esas optativas deben tener un perfil determinado y un control por parte de la Facultad de Medicina.

            También nos hemos cuestionado mucho si la Facultad de Medicina va a tener capacidad para absorber a los posibles estudiantes que vengan a hacer esta tecnicatura como un fin en sí misma. Aquí nos manejamos con las opiniones personales. Tanto Martín Everett como yo teníamos bastante miedo a ese respecto y en el Claustro nos dijeron que quizás el flujo de nuevos estudiantes no fuera tan importante, y que se debía utilizar bien los recursos en esos primeros años. La Facultad está brindando a esos estudiantes durante tres años un montón de insumos que luego, por distintas razones, se desperdician. En ese sentido, no hay que ver este tema con miedo de que vengan más estudiantes sino como algo para mejorar las herramientas que está dando la Facultad de Medicina.

SEÑORA ADRIANA FERNÁNDEZ.- Quiero hacer una aclaración. La Ordenanza de Posgrados de la Universidad de la República no exige para el ingreso a una maestría que la persona tenga una licenciatura. Lo que plantea es que tenga licenciatura o formación equivalente. Eso es para todos los posgrados, no solo en el Pedeciba o en el Proinbio. Si un estudiante tiene cierto avance en una carrera universitaria y acredita otro tipo de formación ‑un concurso o la presentación de un trabajo‑, se le habilita el ingreso al posgrado. Esa ventana está abierta y sería bueno que se aprovechara mucho más, ya que en la Universidad de la República el ingreso al posgrado se da en edades mucho más elevadas que en otros lugares.

            Insisto en que cuando se lleve adelante esta propuesta no se debe pensar si se va a sobrecargar o no a la Facultad. Hay que ver si es algo que se necesita y no pensar solo en nuestra Facultad de Medicina sino en otras Facultades, teniendo en mente un trayecto flexible. No creo que vengan hordas de estudiantes a hacer esta titulación, pero es cierto que para cualquier cosa que se haga hay que estudiar su implementación. A veces uno puede tener todo el entusiasmo o la utopía, pero luego no es posible llevarlo adelante. Esto hay que implementarlo cuando sea implementable.

SEÑOR ECHENIQUE (Eg.).- El contenido fundamental de este nuevo título, sea una nueva carrera o no, va a ser el de la carrera de Medicina. No va a ser algo con contenidos totalmente distintos, con recursos sacados de no se sabe dónde. Tampoco estamos planteando algo ideal, que se haría junto con el Área de la Salud, el Área Social y el Área Artística. Lo que planteamos es que los estudiantes que ya están cursando, con los créditos logrados al inicio de la carrera, puedan obtener un título en tres o cuatro años en el área de la promoción de salud. La pregunta retórica es: ¿estamos capacitados para darles los contenidos que deben lograr, cuando no se los estamos dando al estudiante de Medicina?

SEÑOR PRESIDENTE.- Sin duda esta discusión va a ser un insumo muy enriquecedor. La intención del Claustro es definir de una vez por todas esta tecnicatura o título intermedio. Como se dijo, debe tener una base en la Facultad de Medicina pero ser una carrera de la Universidad, para que los estudiantes se formen en los lugares idóneos. Si la posibilidad existe en otras Facultades como la de Ciencias Sociales o en la Escuela Universitaria de Tecnología Médica, debemos aprovechar esos espacios. Esto es la Universidad de la República, no un conjunto de Facultades independientes.

            Agradecemos a todos los participantes, especialmente al señor decano y al Prof. Dr. Julio Vignolo, que aceptó nuestra invitación. Siempre nos ha gustado implementar estas instancias de Claustro Abierto. Esperemos que se siga dando en el futuro. Recuerdo cuando hicimos el Claustro Abierto sobre el Hospital de Clínicas, donde participaron el señor rector, el señor decano y el director del Hospital. Esas discusiones se están dando actualmente en varios ámbitos pero el Claustro fue el primero en volver a poner sobre la mesa el tema del Hospital de Clínicas. Justamente ese es el rol del Claustro, que a veces se pierde de vista. Es bueno, con estos Claustros Abiertos, mostrar lo que estamos haciendo y escuchar opiniones de afuera para poder ir todos en la misma línea.

Muchas gracias a todos y damos por finalizada la reunión.

(Es la hora 15 y 30)

(Aplausos)