ASAMBLEA DEL CLAUSTRO DE LA FACULTAD DE MEDICINA

Sesión ordinaria del día jueves 20 de octubre de 2016

Acta N° 4

Versión taquigráfica

Preside el Prof. Dr. Óscar Noboa.

ASISTEN:

Por el orden docente: Selva Alé, Nora Artagaveytia, José Boggia, Adriana Cassina, Mariela Garau, Cecilia Guillermo, Óscar Noboa, Patricia Perera, Catalina Pírez y Andrés Trostchansky.

Por el orden de los egresados: Daniel Ayala, Gabriel Bermúdez, Yamandú Bermúdez, Celia De Pró, Jorge Montaño, Luis Pacheco y Fernando Rodríguez.

Por el orden estudiantil: Mathias Alaniz, Lucas Baladan, Ricardo Escobar, Camila Méndez, Mauricio Méndez, Natalia Pan, Sergio Pereira y Fabrizio Rodríguez.

Actúa en Secretaría la Sra. Sara Carreras.

SEÑOR PRESIDENTE (Noboa).- Habiendo quorum, está abierta la sesión.

(Es la hora 13 y 15)

Asuntos previos

SEÑOR PRESIDENTE.- La Comisión sobre el Hospital de Clínicas está planificando la invitación a la Dirección y a quienes han trabajado en enseñanza y en investigación allí. En principio la idea era invitar a la Dra. Raquel Ballesté y a alguien de su equipo, así como al Dr. Carlos Ketzoian, a una reunión del Claustro. Elaboramos una serie de preguntas que se las vamos a hacer llegar previamente a quienes invitemos, con la intención de saber sobre la refuncionalización del hospital en este período. En la comisión se propuso que esa reunión fuera en noviembre, para tener la información cuanto antes, y así se lo planteamos a la Dra. Ballesté. Todavía no tenemos respuesta, pero la propuesta está planteada.

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Horario de reunión de la Comisión de plan de estudios

¾Otro asunto previo es el día y hora de reunión de la Comisión de plan de estudios.

SEÑORA PÍREZ (Doc.).- Quedamos en reunirnos los jueves, a la hora 15. De todas formas, la gente de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica y de la Escuela de Parteras, que tienen algunos temas particulares para discutir, se van a reunir a la hora 14.

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Acta N° 3, del jueves 6 de octubre de 2016

SEÑOR PRESIDENTE.- Si todos la leyeron, se propone aprobar el acta N° 3, de la sesión correspondiente al día 6 de octubre del corriente.

Se va a votar.

(Se vota)

¾AFIRMATIVA.- Unanimidad.

¾¾¾

Informe de la Comisión de plan de estudios

SEÑORA CASSINA (Doc.).- Con respecto al tema del plan de estudios, nos hubiera gustado conocer la secuencia previa para poder enganchar otros aspectos.

            Un objetivo fundamental del Claustro es llevar adelante el plan de estudios y, por supuesto, evaluarlo. Ante una situación dramática, de algo que no funciona, el Claustro tiene que intervenir para hacer rápidamente propuestas de modificación.

            Dado que en 2015 egresó la primera generación del nuevo plan de estudios, se entendió importante establecer una evaluación. Hay otros organismos que están enfocados a eso, como la Comisión de Carrera y otra de evaluación del plan de estudios que nombró el Consejo de la Facultad. Además, en 2018 arrancará nuevamente el proceso de acreditación, que es muy severo y nos somete a varios requerimientos. Es bueno que previamente tengamos evaluado el plan de estudios, para ver si cumplimos con los objetivos que se establecieron.

            Por otra parte, los compañeros de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica están preocupados en lograr un ciclo común para todos los estudiantes de la Facultad de Medicina. Ahí se planteó lo que se está haciendo en la Regional Norte, con un ciclo común pero que es previo al ingreso a la Facultad de Medicina. Se preguntó si sería bueno importar eso a Montevideo. Quienes participamos de la enseñanza en las Escuelas no sabemos bien qué hay que hacer pero es verdad que la enseñanza de la biología humana en la Escuela Universitaria de Tecnología Médica es mala y hay que corregir esa situación. De todas formas, las Escuelas tienen sus propios Claustros y son ellos los que deben proponer los planes de estudios. Desde el Claustro de la Facultad de Medicina no podemos imponerles nada, solo ayudarlos a resolver eso.

            La idea de la Comisión es realizar unas jornadas de evaluación, una vez que tengamos todos los insumos para ver qué pasó con el plan de estudios. Una de las mesas que se podría organizar es sobre el tema de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica.

            La Prof. Pírez planteó que no podíamos empezar a evaluar si no teníamos números concretos, para así ver qué pasó en estos años. Me refiero a cuántos estudiantes ingresaron, cuántos egresaron, cuántos lo hicieron en cada ciclo, cuántos exoneraron, etc.

            A través de Bedelía logramos encontrar algunos datos concretos. Luego se trabajará con los coordinadores de cada ciclo. Pedimos datos desde 2004 y pudimos ver que hasta 2016 ha habido un franco aumento en la cantidad de estudiantes que ingresan. En 2004 ingresaron 1.000 y este año lo hicieron 1.800.

            De los 1.019 estudiantes que ingresaron en 2009, con el nuevo plan de estudios, solo 310 se recibieron en 2015. Eso quiere decir que se recibe no más del 30 % de los que ingresan.

SEÑOR PRESIDENTE.- Estamos hablando de aquellos estudiantes que hicieron la carrera en el tiempo previsto.

SEÑORA CASSINA (Doc.).- Podemos decir que ese número se ha mantenido en general. De todas formas, pedí a Bedelía que organizara los números por franjas etarias y separados por sexo. Hay que recordar que tenemos gente de mayor edad estudiando Medicina y eso nos genera una dinámica complicada en los primeros años.

            Hablé con María Noel Álvarez, asesora del decano, y me dijo que lo hiciéramos junto con la directora de carrera, Dra. Mariana Cora. De ese modo elaboramos una tabla simple, donde figuran todos los años, desde 2009 hasta 2016, y los coordinadores tienen que poner los datos de sus ciclos, esto es, el número de estudiantes que ingresó cada año, el número que exoneró, el número de estudiantes que aprobó en el primer período, en el segundo y en el tercer período.

            Esto fue lo que se nos ocurrió primero. La información está llegando y de esa forma podremos tener números que nos permitirán conocer la realidad de nuestro plan de estudios.

SEÑOR BOGGIA (Doc.).- Otro dato interesante serían los promedios de calificaciones, dado que recién terminaron dos generaciones juntas, una del plan anterior y otra del nuevo plan. Eso nos permitiría datos más cualitativos. Por ejemplo, en Fisiopatología pasamos de clases presenciales a clases virtuales. Los números de ingresos y egresos se mantuvieron pero, ¿con qué calidad?

SEÑORA CASSINA (Doc.).- Según los datos de Bedelía, de los 1.019 estudiantes que ingresaron en 2009 se recibieron 314 del nuevo plan de estudios y 136 del plan viejo.

SEÑORA PÍREZ (Doc.).- Entiendo lo que plantea el Dr. Boggia porque yo tengo la misma inquietud. ¿Vamos a comparar a los estudiantes del viejo plan de estudios con los del nuevo plan? Lo que resolvimos fue no hacerlo y dedicarnos al nuevo. El plan anterior ya finalizó. Me asombra cuando la gente nos pregunta por qué cambiamos el plan de estudios y ahora no estamos conformes. Justamente, lo hicimos porque no había nadie conforme con el producto del viejo plan de estudios. Ahora no podemos decir si los actuales egresados son mejores o peores que los anteriores porque recién van a empezar a trabajar.

            Con respecto al Internado, siempre sostengo que es el año de oro de la carrera. Ninguna carrera en el mundo tiene un año de práctica. Este año el resultado no fue muy bueno pero, de todas formas, tenemos insumos para saber cómo fue el desempeño de los estudiantes del nuevo plan, aunque solo sea en la prueba del Internado.

            Pensábamos que esos estudiantes se iban a tomar muy en serio la prueba pero no fue así. Por eso es fundamental que nos centremos en evaluar la calidad a la salida. De lo contrario, nos vamos a seguir deteniendo siempre en aspectos del primer trienio. El objetivo que tener una carrera de siete años ya no lo logramos, ya que solo se recibe el 30 %, parecido a lo que sucedía antes. Por eso insisto en que deberíamos evaluar la calidad de la prueba del Internado. Nosotros pudimos ver que había internos del nuevo plan de estudios que eran tan buenos como los del plan viejo. Eso fue una grata sorpresa. También hay que reconocer que la evaluación continua del Internado es muy mala.

            Otro número que deberíamos conocer es de cuántos de los 700 que quedaron por el camino migraron a la Escuela Universitaria de Tecnología Médica y a la Escuela de Parteras y cuántos abandonaron la Facultad. Ese número es fundamental porque no puedo adjudicarlo a la mortalidad académica de la carrera de Medicina cuando en realidad son estudiantes que se anotan acá porque no hay prueba de ingreso, y tienen expectativa de hacer otra carrera.

SEÑORA CASSINA (Doc.).- Bedelía tiene los datos registrados por número de cédula de todos quienes se recibieron. Para lo demás hay que ir a la Secretaría de Apoyo a la Enseñanza (SAE), que tienen los datos de aquellos que siguen cursando. Bedelía les pasa los datos de quienes pierden los cursos y se reinscriben, que es una cantidad mínima. Ellos sostienen que la mayoría abandona, ya que de los 1.800 que se anotan se reinscriben alrededor de 130.

SEÑORA ARTAGAVEYTIA (Doc.).- En primer lugar, felicito a los compañeros de la Comisión de plan de estudios por el trabajo que realizaron y la información que consiguieron. En cuanto a los intereses de los integrantes de las Escuelas sobre el ciclo inicial común, es algo en lo que debemos participar todos porque no les compete solo a ellos. Obviamente, el grupo integrado por gente de la Comisión de plan de estudios del Claustro y la del Consejo no trabajan en paralelo. Los nuevos integrantes de la Comisión deberían participar también. Allí se había citado a Adriana Fernández, del Departamento de Educación Médica, que presentó un análisis del primer trienio muy interesante. Deberíamos solicitar que se hiciera también para el segundo trienio, que es donde falta analizar estos resultados.

Los datos que presentó fueron parecidos a los que planteó la Dra. Cassina, con un 30 % que realizaba la carrera en el tiempo establecido y de manera fluida. También veíamos que los que hacían el primer año tal cual correspondía no superaban el 10 %, pero formaban parte de los que seguían hasta el final. Eso mostraba que el paso clave era el primer año. Los que lo salvaban en tiempo y forma hacían toda la carrera fluidamente.

            Otro tema era la exoneración. Obviamente que para exonerar un curso hay que tener cierta calidad. Eso hace que muchos estudiantes renuncien al curso y lo vuelvan a hacer. Sin embargo, así no lograban exonerar ni salvar los exámenes. La ordenanza de grado de la Universidad, que justamente promueve la exoneración, fue muy bienvenida por los estudiantes. Sin embargo, muchos de ellos no lograron ese resultado.

            De todas formas, desde la comisión deberíamos insistir en que se hiciera ese estudio para el segundo trienio. Hay mucha información para trabajar y concretar las jornadas sobre el plan de estudios.

SEÑOR SARACHO (Est.).- Antes de empezar a analizar datos hay que ver qué se buscó con el nuevo plan de estudios. Hay análisis cuantitativos y cualitativos pero hay que determinar qué análisis queremos y por qué. Aquí se dijo que una de las conclusiones fue que los estudiantes del nuevo plan eran similares a los del plan anterior. ¿Queríamos que fueran iguales o que fueran mejores?

            Hay muchos criterios que definen qué médico queremos formar. El manual que nos entregaron en ABP planteaba que ese médico debería tener autonomía intelectual, saber trabajar en equipo, tener formación en ética, etc. ¿Cómo se evalúa eso? Es algo complejo y no nos tenemos que conformar con tres o cuatro números. Primero hay que definir qué queremos evaluar.

SEÑOR PRESIDENTE.- Es muy bueno empezar a lograr datos. De todas formas, es muy difícil hacer una evaluación holística porque el mundo cambia y, por ende, cambia la realidad. Cosas que parecían novedosas, ahora son obligatorias. Empezar a conseguir datos es un paso, aunque no el único.

            Otro aspecto importante para comparar con el resto de la Universidad es saber los promedios de escolaridad de egreso, el promedio de aprobación y de reprobación de los estudiantes. Estoy de acuerdo en que no podemos salir a pedir miles de datos porque esa es la mejor manera de que no nos den ninguno.

            Por ejemplo, cuando se evalúa becas de pregrado una de las comparaciones entre estudiantes universitarios es el ranking de su generación y el promedio de escolaridad. Eso se utiliza para dar a alguien una beca de CSIC o de otro tipo. Agrego este aspecto porque es información que nos puede servir.

SEÑOR TROSTCHANSKY (Doc.).- Con respecto a los números, tengo un pequeño matiz. Me refiero a que la primera generación del nuevo plan de estudios tuvo una pequeña ayuda del Consejo. Algunos estudiantes no habían aprobado todo para poder pasar a la clínica. Solo 110 estaban en condiciones de hacerlo. Por lo tanto, el Consejo resolvió que aquellos a los que les faltaba una materia por aprobar podían pasar a la clínica, siempre y cuando la aprobaran en determinado tiempo. Quizá deberíamos comparar los datos para ver cómo les fue en esa transición del primero al segundo trienio. Ese es para mí el corte, porque para pasar de un trienio a otro el estudiante debe tener todo aprobado.

            Otro elemento importante es saber cuántos estudiantes posponen la finalización de su carrera porque empiezan a trabajar en una cátedra. Eso implica preparar un concurso de grado 1, dada la relevancia que tiene para la Facultad. Una de las mejores cosas que tenemos es que todos entramos por concurso de oposición y méritos. Por eso sería bueno saber ese dato.

SEÑOR RODRÍGUEZ (Fabrizio) (Est.).- El tema es que por un problema de actas el Consejo habilitó a que esas dos generaciones entraran con una previa del CBCC. La Comisión de plan de estudios planteó hacer una evaluación para ver si eso afectaba o no el transcurso por el segundo trienio. Se vio que no afectaba en nada el pasaje con una previa y que incluso los estudiantes salvaban el cuarto año y el examen pendiente, por lo que podían continuar normalmente. Por ese motivo el Consejo estableció formalmente el pasaje con una sola materia previa a partir de 2011.

SEÑOR TROSTCHANSKY (Doc.).- Ese es un dato interesante, ya que se evaluó que el hecho de tener una previa no afectaba el desempeño en el cuarto año.

SEÑORA GARAU (Doc.).- Sabemos que el 30 % de los estudiantes realiza la carrera en tiempo y forma. Con respecto al 70 % restante, el Servicio Central de Informática de la Universidad de la República prepara los padrones y tiene datos sobre quiénes siguen en la Universidad y quiénes no, y saben a qué servicio pertenecen. Se les podría pedir colaboración.

SEÑORA PÍREZ (Doc.).- Pasé la información que me dieron los coordinadores a la Dra. Cassina para que viera cómo era el tema. Los básicos tienen problemas con la numerosidad y nosotros, los clínicos, todavía más por el hecho de que trabajamos con pacientes. Y este año vinieron muchísimos más estudiantes.

            Hasta 2015 se mantuvo ese egreso de aproximadamente 300 personas. Si todos pertenecían a una generación que hizo la carrera en tiempo y forma, no lo sabemos.

            Estuve hablando con una estudiante del plan anterior, que me decía que los estudiantes del nuevo plan de estudios son rápidos y muy buenos en buscar información y pensar, y agregaba: "¡qué bueno hubiera sido que nosotros hubiésemos tenido esa oportunidad!". Pero, como dice el Prof. Noboa, eso se debe a que cambió la realidad. ¡Cómo no van a ser rápidos si tienen acceso a todos los libros y a internet! Sin embargo, calificar eso es muy difícil, máxime en los aspectos éticos. Uno pretendía que el estudiante estuviera mejor formado y se moviera de otra manera, pero no lo hemos logrado. Si no pasamos lista, no vienen.

            Donde se mejoró fue en los aspectos de comunicación, algo que se criticaba mucho a los egresados del plan anterior. Me refiero a que no tenían buena relación con el paciente, que la comunicación era mala, etc. Pero eso no lo vamos a poder evaluar porque se acaban de recibir.

            El Departamento de Educación Médica hizo una encuesta a los docentes, donde todos dijimos qué nos preocupaba. Espero que tengan esos datos. Con respecto a las previaturas, uno puede darlas cuando se le ocurra. Pero hay un detalle. La persona se tendrá que autopreparar. Si curso ocho semanas de pediatría pero pienso rendir el examen dentro de tres años, alguien me tendrá que enseñar nuevamente a ver pacientes para prepararme. Para el estudiante que no hace la carrera lineal este es un problema. Eso va a cambiar cuando logremos una buena evaluación del Internado, porque sabremos que las falencias que tiene esa persona las va a solucionar en ese año. Por eso nos interesa saber cuántos estudiantes salvaron en el primer período, cuántos en el segundo y cuántos en el tercero. En las jornadas que realizaremos en junio de 2017 les vamos a decir a los estudiantes que eso nos preocupa. Es responsabilidad de esta casa de estudios, que resolvió que puedan seguir cursando con previaturas, cómo se van a preparar cuando acumulen muchas. Quizás ese número de 300 que llegan al final son las personas que realmente tienen interés en la carrera de doctor en Medicina. Tal vez al resto, que se acumula como mortalidad académica, no les interese.

SEÑOR RODRÍGUEZ (Fabrizio) (Est.).- El año pasado el curso de Cimgi, que es la introducción a la clínica de cuarto año, fue modificado por el Consejo, a pedido de los coordinadores del Departamento de Educación Médica. Antes, el estudiante para poder pasar al Smeia debía tener aprobado todo el Cimgi, que se componía de dos partes, la clínica y las materias básicas. Con el cambio que se hizo, no hay un examen de la parte clínica. Por lo tanto, todos los estudiantes que se inscriben a ese curso están habilitados para seguir cursando. Eso puede reflejar un aumento en el Smeia, porque no existe el examen del Cimgi que antes servía como una previatura que limitaba ese número. Sé que en la Comisión de Carrera se está discutiendo para generar nuevos cambios el próximo año.

SEÑOR BERMÚDEZ (Gabriel) (Eg.).- Yo veo este tema desde un paradigma distinto, sobre todo cuando se plantea que los estudiantes no se reciben. La función de la Universidad de la República, y de la Facultad de Medicina en particular, es formar determinados profesionales pero también universitarios. Me refiero a lo que plantea la Ley Orgánica o el perfil del egresado que este Claustro definió hace muchos años.

            Si bien es difícil de cuantificar, cuando decimos que de 1.000 estudiantes que entran se reciben 300, hay que ver de qué hablamos. Incluso cuando yo ingresé a la Facultad un docente nos dijo: "miren a los lados porque de aquí se va a recibir menos del 10 %". Imagínense lo que fue eso para alguien que venía del interior, con un susto bárbaro. Y eso que yo venía de una familia que no tenía que exigirme que trabajara. Hay otros compañeros que tienen que trabajar y pagar el alquiler. Es una situación compleja.

            Por eso cuando escucho hablar de los estudiantes que no logran recibirse, discrepo. El gran fracaso ha sido de la Facultad de Medicina, que de 1.000 personas solo puede formar 300. Por supuesto que los docentes me van a decir que no pueden egresar 1.000 médicos por año. Entonces, discutamos el tema. En muchos lugares donde trabajo escucho decir que faltan médicos. Sin embargo, en otros dicen que médicos sobran.

            Si vamos a evaluar un plan de estudios, primero debemos hacernos responsables de la institución. En algún momento en esta Facultad llegó a darse la situación de que menos del 10 % de estudiantes aprobaba un examen. Eso es un fracaso de la Facultad y de sus docentes, no de los estudiantes porque no puede ser que el 90 % de ellos sean burros. Ahí tenemos un problema.

            Aunque quede en minoría, quiero romper el paradigma de que aquí el problema es el estudiante, sobre todo porque el rol fundamental de la Universidad y de la Facultad de Medicina es la formación de profesionales.

            Somos los órdenes que estamos sentados aquí los que discutimos el presupuesto de esta Facultad y los que votan todos los miércoles en el Consejo. Si el problema es que los estudiantes se anotan en la carrera de doctor en Medicina para luego hacer una licenciatura, discutamos cómo revertir la limitación del ingreso en las Escuelas. Planteémonos un tronco común.

            Por otro lado, no analicemos los números solo en términos de ingreso y de egreso; analicemos la carga horaria de las materias. Alguien puede hacer la carrera en 7 años, pero si tengo que trabajar ocho horas es imposible que termine la Facultad en 7 años, aunque sea el más brillante. Es una visión que planteo y que, a la hora de analizar cualquier evaluación del plan de estudios, debemos tomar en cuenta.

SEÑOR ALANIZ (Est.).- Me quiero referir al tema de los datos y cómo desde la estadística pueden aportar mucha información. De todas formas, siempre van a ser una herramienta descriptiva, que requiere cierto análisis, sobre todo cuando planteamos una problemática multifactorial. El hecho de que ingresen 1.700 estudiantes y solo egresen 300 no puede ser analizado de manera lineal a través de una simple resta para ver cuántos quedan afuera y a cuántos realmente les interesa la Medicina. Discrepo con ese concepto. No creo que esas 300 personas sean las únicas que se comprometen con la carrera. Hay otros factores, como los que planteó el Dr. Gabriel Bermúdez. Muchas veces el estudiante tiene que trabajar y esta carrera no lo permite, por la carga horaria y otras limitaciones. Por eso se opta por hacer otra carrera que permita trabajar, como es el caso de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica.

            Es cierto que muchos compañeros entran a la carrera de doctor en Medicina porque perdieron la prueba de ingreso a la EUTM. En vez de plantearnos qué hacemos con los estudiantes que dejan la carrera de Medicina, ¿por qué no nos planteamos qué pasa con la EUTM y su prueba de ingreso? Porque hay que recordar que esa gente sigue estando en la Facultad de Medicina. El problema no se soluciona limitando la entrada a las carreras de las Escuelas, porque esa gente vuelve y sigue estando en la misma Facultad.

            Los datos se tienen que analizar desde la multifactorialidad y no planteando algo tan simplista como una prueba de ingreso. Eso no lo apoyaríamos de ninguna forma. Hay factores que se tienen que atender desde otro lado. Sé que esto no es lo que se planteó ahora pero lo menciono porque muchas veces nos quedamos con una solución simplista que no ataca el problema real sino que deja afuera a muchos estudiantes que no es que no estén comprometidos con la carrera; no tienen la posibilidad de cursarla.

SEÑOR PRESIDENTE.- A veces nos cuesta asumir la información y luego comenzar con la discusión. En esta etapa estamos tratando de recolectar esa información. Los distintos colegas nos dirán qué herramientas utilizar, sobre aspectos cualitativos y cuantitativos. Pero también es muy importante definir las cosas y saber qué vamos a preguntar. Después vendrá la discusión. De lo contrario estamos poniendo la carreta delante de los bueyes.

SEÑOR TROSTCHANSKY (Doc.).- Sería importante una conexión entre la Comisión de plan de estudios y la Comisión de título intermedio. Muchas de las cosas que se dijeron se plantearon en la discusión que tuvimos en la comisión. La carrera se cursa como por un tubo, yendo directamente al título de doctor en Medicina, sin ninguna salida intermedia. Ese es un elemento importante a tener en cuenta a la hora de diseñar el llamado título intermedio.

            Que ingresen 1.000 y egresen 300 no es culpa de los estudiantes. El Departamento de Educación Médica nos está debiendo varias cosas a los docentes. Como docente del CBCC 1 hace tres años que estoy esperando los resultados de la evaluación docente que hicieron los estudiantes. Una cosa buena que hizo el DEM fue la calificación de las preguntas, para saber si fue general, muy difícil o no, etc. Esos insumos los estamos teniendo, pero no la evaluación directa del estudiante al docente.

            Con respecto a las previaturas, nos pasa lo mismo en el primer trienio. Recibimos estudiantes en el CBCC 5, donde estudiamos el equilibrio ácido-base, que no salvaron el CBCC 2. O sea que el régimen de previaturas es un tema fundamental, que hay que discutir.

            En algunas materias del primer trienio vimos la posibilidad de que los estudiantes se anotaran para asistencia virtual, pero lo hicieron muy pocos. Todos terminaron yendo a los cursos presenciales. Hay que evaluar cuántos se presentaron, cómo les fue, etc., porque toda esta disponibilidad de información, de libros, de clases a través de videoconferencia son insumos para la discusión.

SEÑOR BOGGIA (Doc.).- Hay que recordar que cuando se pensó en cambiar, se partió de un diagnóstico. El plan de estudios no conformaba y por eso se cambió. Sin embargo, a veces uno tiene la sensación de que los períodos son muy largos antes de que las cosas se ajusten. En el medio aparecieron situaciones que obligaron a improvisar o tomar decisiones que no fueron planificadas ni evaluadas. Por eso es importante que quienes están a cargo piensen en lugares estratégicos de evaluación. Hay cosas que no pueden pasar inadvertidas.

            Estoy de acuerdo en que el perfil puede ser algo muy difuso porque la profesión médica es heterogénea y, por lo tanto, hay paradigmas distintos. Sabemos que si el profesional no se actualiza a los pocos años, la información queda obsoleta porque esta se renueva. ¿El profesional es capaz de lograr ese aprendizaje? Para eso es fundamental que sepa inglés, que sepa hacer una búsqueda bibliográfica, etc.

            La introducción del aprendizaje de metodología científica ha sido una experiencia muy buena. Los estudiantes tienen habilidades que yo adquirí después de formado y porque entré en una cátedra a trabajar. Esos aspectos claves se evalúan solos. Son las cocardas que tiene el nuevo plan de estudios.

            Por otro lado, ¿el estudiante que se recibe conoce el sistema de salud? ¿Sabe dónde se puede insertar? Cuando uno menciona eso, se piensa en alguien ya inserto en el sistema. No se le ocurre que quien se está formando debe saber dónde va a trabajar.

            Hay evaluaciones que se dan en aspectos puntuales y son desmerecidas. Por ejemplo, cuando tenemos que evaluar a un estudiante en el Internado, generalmente eso lo hace un residente o un grado 2, el último día. En pocos lugares se le da la prioridad que debería tener esa evaluación. Por eso en algunos lugares no tenemos insumos para saber cómo fue la evaluación continua. Hay que elegir aquellos lugares donde la evaluación se hace en serio y tomarlos como observatorios. Los números hay que interpretarlos, y para eso se necesita información.

            Lo mismo sucede con la mortalidad estudiantil. Tenemos la misma que antes. Podemos especular si los estudiantes o los docentes son malos o plantear que así es la vida. Estamos en una Facultad, donde se brinda educación a adultos. Mucha gente en el camino se da cuenta de que no es lo que debería haber elegido y cambia. Esa es mi percepción, pero me gustaría poder decirlo con propiedad, y que se hiciera el seguimiento de esa gente para ver por qué abandonó.

            Otra cocarda que tiene el plan de estudios son las habilidades comunicacionales. Es un pilar de la formación médica en el resto del mundo, que se introdujo como una innovación. No puede ser que no haya una evaluación.

            El régimen de previaturas tiene que ver con la improvisación que se dio en las primeras generaciones. Esos estudiantes sufrieron el cambio de plan y merecidamente consiguieron beneficios en el transcurso de su carrera que afectaron el régimen de previaturas y los favorecieron. Sin embargo, ahora hay que revisarlo. No puede ser que alguien llegue a una prueba con análisis de variables fisiopatológicas y no pueda entender lo que le preguntamos por las previaturas que arrastra. Eso implica una madurez del cuerpo docente y estudiantil de entender que esos no son beneficios sino perjuicios. También está el tema de las autoevaluaciones, que muchas veces se hacen pero luego la información no se utiliza.

SEÑORA CASSINA (Doc.).- Quiero hacer un llamado de atención. El Claustro se puede transformar en algo terriblemente anquilosado, que no conduzca a nada y nos frustremos, o puede generar un producto que nos sirva a todos. Todas las reflexiones de los compañeros me parecen fantásticas. Yo siempre he tenido esa sensibilidad ante el estudiante y me paro siempre desde su punto de vista. Es cierto que empezamos por los números, porque por algo hay que empezar.

            El hecho de que se reciban 300 personas de las 1.800 que ingresan, es dramático y no puede pasar. Podemos reflexionar pero debemos generar insumos. El Dr. Boggia realizó un punteo de cosas que me parecen interesantes. Me refiero a las "cocardas" que le pusimos al plan de estudios. Lo que pido es que nos den insumos para poder elaborar estos datos y lograr productos que podamos evaluar. Nadie habló de poner examen de ingreso ni nada por el estilo. En las materias básicas recibimos a los 1.800 estudiantes más los 1.300 de las Escuelas ‑algo que a veces se olvida mencionar‑ y pasamos todo el día trabajando en grupos de discusión y manejando el EVA toda la noche para poder atender a todos y tener un intercambio interesante. Quizás eso no funcione y por eso muchos se frustran y se van. Justamente eso es lo que debemos evaluar: por qué tenemos esa mortalidad académica. Exhorto a que nos den elementos para poder elaborar los datos, ya que en esto no tengo experiencia y no sé qué es lo mejor.

SEÑORA ARTAGAVEYTIA (Doc.).- Aquí no existe una falsa oposición. Todos tenemos la misma visión. No estamos cargando en el estudiante la responsabilidad de que se reciba solo el 30 %. Es importante que se manejen números para poder realizar la autoevaluación de los procesos que se dan en la Facultad.

            El tema es que no podemos pedir a esos datos que digan cosas que no dicen. De ellos se infiere que hay una serie de problemas, pero lo que está mal es sacar conclusiones de esos datos.

            ¿Cuál fue el objetivo del nuevo plan de estudios? ¿Por qué se innovó? Eso es lo que tenemos que evaluar. Luego tenemos otros aspectos que son crónicos en cualquier plan. Me refiero al rezago académico y al hecho de que se reciba un tercio de los que ingresan. Las causas hay que buscarlas en segundas y terceras respuestas. Por supuesto que son problemas multifactoriales pero hay que buscar soluciones en etapas. Un número no nos va a decir cosas que no son.

            La responsabilidad de la Facultad de Medicina es la formación de recursos humanos de alta calidad. Los demás problemas, culturales, sociales, familiares o personales, hay que evaluarlos para comprender los procesos y buscar soluciones alternativas, ya que la política de la Universidad es ser inclusiva. No podemos ir en desmedro del producto que queremos sacar, un profesional que actúe con responsabilidad y ética en la sociedad.

SEÑORA PÍREZ (Doc.).- La mayoría de quienes estamos aquí fuimos los que impulsamos el nuevo plan de estudios, y eso no fue sencillo. Lo hicimos porque considerábamos que el producto del plan anterior no era el mejor. Uno de nuestros objetivos fundamentales fue que se recibieran todos los que ingresaran a la carrera. A lo mejor esos 700 que no llegan al final no es que no estén comprometidos con la carrera sino que quizás este no era su verdadero interés. Que algunos estudiantes vengan a esta carrera porque no pueden ingresar en una tecnicatura, es otra cosa. El objetivo primero del plan de estudios fue lograr que se recibieran todas las personas que ingresaban a la Facultad.

            Por supuesto que hay otros. Uno era mejorar la relación del médico con el paciente, aspecto muy criticado, y por eso la comunicación es tan importante. Otro era abatir la enorme mortalidad académica. Finalmente, otro objetivo era acortar la carrera, que duraba nueve años.

            Debemos saber si esas personas que fueron quedando rezagadas derivaron hacia otras carreras. Otra información que vamos a solicitar al Departamento de Educación Médica refiere a los horarios que tienen los distintos cursos para las personas que trabajan. Hace tiempo que la Facultad no funciona solo de mañana. Nos hemos ocupado de eso justamente por razones laborales, pero también por una cuestión de ética con los pacientes. Sé que en el primer trienio hay otros horarios distintos. De todas formas, vamos a llamar a los coordinadores de cada uno de los cursos para que nos den información sobre ese problema. Aquí podemos opinar pero de lo que conocemos, y creo que ningún curso deja afuera a un estudiante que trabaja. Si algunos quedan afuera, debemos conocer el número. Juntar esa información va a dar trabajo pero el Claustro la debe tener. De lo contrario, cuando venga el par evaluador vamos a tener que decirle que nos comprometimos a mejorar la relación docente-estudiante y a brindar una carrera más corta pero no pudimos lograrlo. Es una cuestión de justeza para el estudiante y para el docente. A pesar de que surgen cada vez más herramientas, las evaluaciones de los cursos son un problema para los docentes.

            Es cierto que muchas veces pedimos datos y no nos llegan. La buena noticia es que los números están y nos ayudan a pensar. Así como nos entrevistaron a los docentes, también entrevistaron a los alumnos. Esos datos nos tienen que llegar de manera más organizada. Sé que para eso se necesitan más horas docentes y gente que sepa procesar los datos. Entonces, tendremos que informar al Consejo para que encuentre recursos.

SEÑOR BOGGIA (Doc.).- Esos datos pueden ser analizados en el contexto del curso, junto con los estudiantes.

SEÑOR SARACHO (Est.).- Agradecemos el trabajo de la comisión a la hora de recoger datos. Ni yo ni nadie de los que están aquí vamos a desmerecer eso.

            Cuando estudié Metodología Científica aprendí que los datos son fríos, como los ceros y los unos en una computadora. El tema es cómo los voy a mirar, y detrás de eso hay un paradigma. No estoy diciendo que seamos súper holísticos, porque no tenemos todo el tiempo del mundo, pero sí hay que definir cinco aspectos y saber para qué los hemos elegido. Cuando se plantearon los datos ya se empezó a encontrar contradicciones. Por eso primero debemos saber para qué, cómo y por qué busco esos datos. Debemos ser lo más científicos posible. Si analizamos los datos con una idea previa, estos la van a confirmar. Van a justificar lo que uno ya pensaba y no van a brindar información nueva.

SEÑORA PAN (Est.).- Cuando se plantea que se recibieron 300 estudiantes de los 1.019 que ingresaron en 2009, estamos hablando de aquellos que lo hicieron en tiempo y forma. Discrepo con que esos sean a los que les interesa verdaderamente la Medicina o que sea su vocación real. Los estudiantes no solo estudian sino que tienen otras actividades. Uno puede perder un año, dos, tres o cinco por muchas razones, porque trabaja, porque se mató estudiando pero perdió el curso, etc. Eso no quiere decir que me guste más o menos la carrera.

SEÑOR PRESIDENTE.- Eso no fue lo que se dijo.

SEÑORA PAN (Est.).- Quizá yo no lo entendí bien. Con respecto a que los que modificaron el plan de estudios lo hicieron para que se recibiera la mayoría de quienes ingresaban, tengo un matiz. Se pueden recibir todos pero, ¿con qué calidad? Hoy en día el Cimgi lo salva el 100 % de los estudiantes. Sin embargo, tenemos estudiantes que están en quinto año que no tienen el nivel de los de antes. Algo pasó en ese curso.

SEÑOR PRESIDENTE.- Ese fue un curso de remediación de habilidades clínicas que no se adquirían en el primer trienio. De todas formas, creo que no deberíamos entrar en esa discusión.

SEÑORA PAN (Est.).- Deberíamos enfocarnos en la calidad de los estudiantes que queremos lograr y no solo en la idea de que todos debe recibirse.

SEÑOR BERMÚDEZ (Gabriel) (Eg.).- Lo que planteé fue que se tuviera en cuenta la carga horaria de los cursos. Otra discusión que deberemos tener cuando venga la gente de la Comisión Sectorial de Enseñanza es cómo se mide el crédito en la Facultad de Medicina. Ustedes saben mejor que yo que aquí se mide distinto al resto de las Facultades.

SEÑOR PRESIDENTE.- Eso se adecuó a través de la nueva ordenanza.

SEÑOR BERMÚDEZ (Gabriel) (Eg.).- Cuando viene la comisión al Claustro trata de plantear ideas y definir mecanismos de trabajo, y el plenario discute por dónde podemos seguir avanzando. Sin embargo, cuando se tiran conceptos radicalmente opuestos a lo que uno piensa no es que se den falsas oposiciones. Para mí son reales oposiciones, entre el estudiante que no egresa y la Facultad que lo forma. No quiero plantear ese debate ahora, pero a veces, cuando se tiran ciertos conceptos…

SEÑORA CASSINA (Doc.).- ¿Qué concepto se tiró? Lo único que hicimos fue plantear algunos pocos números que conseguimos.

SEÑOR BERMÚDEZ (Gabriel) (Eg.).- El plan de estudios se puede evaluar de dos maneras: cuantitativa o cualitativamente. Lo que propongo es que a esos números agreguemos la carga horaria.

            Discrepo con un montón de cosas que se plantearon hoy en el Claustro, entre ellas algunas que mencionaron el Dr. Trostchansky y la Dra. Pírez. Quizá sea la forma en que lo dijeron y no el contenido, ya que se reafirma el paradigma que vengo escuchando desde que entré a esta Facultad en el año 2000 y con el que no estoy de acuerdo.

            Por otro lado, el crédito en la Facultad de Medicina se mide distinto al resto de la Universidad. Me comprometo para la próxima sesión a traer material sobre eso. Se evalúa distinto porque existe la hora de estudio y la hora presencial.

            Además, hay muchos ciclos en los que el estudiante tiene que ir por la mañana a un lado y por la tarde a otro. Eso puede haber mejorado pero hay situaciones donde es imposible que un estudiante que trabaja pueda hacer esos ciclos.

SEÑOR ECHENIQUE (Eg.).- Aquí se hace hincapié en el rezago estudiantil y la mortalidad académica. Esos temas fueron los que llevaron a la modificación del plan de estudios. Sin embargo, aunque todavía la generación no ha llegado a la meseta de egreso, podemos decir que estamos un poquito mejor y en una carrera más corta. La situación es menos mala que antes.

            El plan 68 fue muy novedoso en una cantidad de aspectos, adelantado para su época, con herramientas pedagógicas totalmente nuevas, como el trabajo en la comunidad. Eso luego se generalizó en otros lugares y apareció la atención primaria en salud en el mundo. Sin embargo, ese plan no se aplicó 100 %.

            Aquí se planteó lo bueno que es la metodología científica. Sin embargo, en el plan 68 había un módulo de Metodología Científica, al finalizar el Esfuno, que jamás se llegó a instrumentar. Lo mismo pasó con el Internado, que se comenzó a realizar después de finalizada la dictadura.

            El plan de estudios hay que evaluarlo a través de la calidad del profesional que trata de formar. El plan trata de actualizar a ese profesional a la realidad del sistema de salud y de la medicina actual en el Uruguay, introduciendo aspectos humanísticos, habilidades comunicacionales y la bioética como componentes fundamentales, así como la inserción temprana del estudiante en la comunidad. Otro aspecto es la integración básico-clínica, que era ya una aspiración del viejo plan de estudios. No sabemos si eso se reforzó, pero me da la impresión de que no se hizo. La metodología de aprendizaje centrada en el estudiante es facilitada por las herramientas virtuales y el EVA. Actualmente el estudiante no tiene que hacer cola para retirar un libro de la biblioteca, ya que lo puede leer en forma electrónica. Puede tener un tutor a través del EVA. Son herramientas que antes no existían y que promueven la aplicación de nuevas metodologías.

            Otra innovación importante ha sido la figura del tutor, más allá de los problemas que tuvimos para mantener su continuidad. Le ha dado una dinámica distinta al trabajo grupal. Es una de esas "cocardas" que se mencionaron, pepitas de oro que existen en el nuevo plan. Hay que ver cómo todo eso se ha concretado y si ha servido o no para formar de manera distinta.

SEÑOR PACHECO (Eg.).- La idea de venir a un colectivo como este es para decir lo que uno piensa. De lo contrario, no tendría sentido hacerlo.

            Aquí se están planteando errores metodológicos gravísimos. Sé que cuando se discute un tema, se hace catarsis y se hablan de cosas que no tienen mucho que ver. Sin embargo, aquí estamos hablando de un nuevo plan de estudios, que se debe evaluar. Teóricamente, el cambio se hizo porque hubo una evaluación del plan anterior. Me gustaría saber qué parámetros cualitativos o cuantitativos se utilizaron para decir que el plan viejo era malo, porque para evaluar el nuevo plan tenemos que utilizar los mismos. De lo contrario, estamos comparando peras con tomates. Es cierto que en el correr del tiempo aparecen otras variables que no se tuvieron en cuenta y que hay que considerar.

            ¿Un plan de estudios es bueno si se recibe más gente? No lo sé. Por ahí tiene que ir la discusión. Si usamos diferentes variables no vamos a poder comparar nada.

            También hay que tener en cuenta que algunos aspectos dependen de lo que se haya hecho o no con el plan de estudios, pero otros dependen de la sociedad. No puedo evaluar de la misma forma la disponibilidad ahora, cuando tenemos internet o Whatsapp, que antes, cuando eso no existía. ¿La situación mejoró por los cambios que hicimos o porque la propia sociedad cambió? Debemos tener claro qué variables vamos a estudiar. Si una no la tengo, debo conseguirla, pero no utilizar otra. De lo contrario, estamos errando.

SEÑOR PEREIRA (Est.).- Con respecto a los datos a recabar, quizá no deberíamos irnos al final de la carrera sino considerar el título intermedio y la calidad de ese egresado. Me refiero, sobre todo, al trabajo de campo y a la dificultad con la que se encuentra el estudiante al entrar al cuarto año. El curso de Cimgi tuvo que remediar la formación en semiología porque en el primer trienio eso no se pudo lograr. Por eso deberíamos evaluar con qué formación está saliendo el estudiante de tercer año en trabajo de campo, tanto en la semiología como en la clínica.

SEÑOR BERMÚDEZ (Yamandú) (Eg.).- Estuve buscando el significado de la palabra "cocarda" para ver si se podía aplicar a otra cosa. Sin embargo, la cocarda es un distintivo que se coloca en la cabeza de un animal.

            De todas formas, felicito a los compañeros por el trabajo realizado porque nos ha permitido tener elementos objetivos y generó esta discusión fantástica. De un par de números surgieron varios temas y el debate fue altamente enriquecedor. Esto es un comienzo de un largo camino, donde podríamos cruzar datos de todo tipo. Por ejemplo, podríamos preguntarnos qué realidad socioeconómica tienen esos 700 estudiantes que se nos fueron. Estamos en un punto de partida. Hay que llenarlo de insumos para hacer un análisis lo más objetivo posible. De ese modo podremos encontrar el motivo de la mortalidad estudiantil, expresión que no me gusta.

SEÑORA PÍREZ (Doc.).- La aprendí con el Dr. Carbajal. Él planteaba que debía existir un docente cada dos estudiantes y la mínima mortalidad académica.

SEÑOR BERMÚDEZ (Yamandú) (Eg.).- De todas formas, destaco todo lo que surgió a partir de dos números, y por eso felicito a la compañera por el trabajo realizado.

SEÑORA PÍREZ (Doc.).- La Comisión de plan de estudios solicita que el Claustro fije una fecha estimativa para realizar las segundas jornadas institucionales sobre plan de estudios. De ese modo se pondrá en marcha el mecanismo para solicitar información.

            Con respecto a los aspectos cuali y cuantitativos, si vemos el programa de la jornada anterior hay mesas que se van a mantener y otras que no. Me refiero a la comparación de planes. No corresponde seguir comparándonos con el plan 68, porque ya no existe. Ahora nos vamos a comparar duramente con lo que nos comprometimos cuando nos acreditaron. Por ejemplo, hay que decir que la introducción a la actividad clínica debe hacerse en el segundo año y no más adelante en una remediación.

(Dialogados)

SEÑOR PRESIDENTE.- Se propone realizar las jornadas institucionales en junio de 2017.

(Apoyados)

SEÑOR ALANIZ (Est.).- Tenemos que discutir con la mira de seguir avanzando para mejorar el plan de estudios. Soy un apasionado de la metodología científica. La recolección de datos es muy necesaria pero no creo que sea el primer paso. Puede ser un puntapié inicial pero no estoy de acuerdo con primero tener datos para después darles forma. Primero debemos plantearnos el problema y luego distintas hipótesis de por qué falla el plan en determinados lugares y dónde lo podemos mejorar. Con esos elementos podremos elegir los mejores datos, aquellos que nos aporten más para definir si lo que pensamos al inicio se confirma o no. ¿Este plan de estudios es mejor que el anterior? ¿Cumple con las metas definidas en un principio?

SEÑORA ARTAGAVEYTIA (Doc.).- Hay indicadores que se usan para esto. Es como un esqueleto al que hay que dar contenido.

SEÑORA CASSINA (Doc.).- El tema es cómo evaluamos todo lo que surgió de esta discusión tan rica. Puede ser a través de cuestionarios muy bien dirigidos a los docentes, y no sé si a todos porque así vamos a terminar con un resultado que no podremos procesar. Para las jornadas debemos tener la mayor cantidad de insumos posible.

SEÑOR BOGGIA (Doc.).- Un tema es definir los aspectos que se quieren evaluar, en función de adónde se quería llegar. Si lo que se quería era aumentar el número de egresados, ese dato ya lo tenemos. Si se quería que los estudiantes aprendieran el trabajo de campo en el segundo año y hubo que hacer una remediación en el cuarto año, es un aspecto negativo que debemos evaluar. Si el objetivo era mejorar las habilidades comunicacionales, ¿cómo hacemos para medirlo?

SEÑOR ALANIZ (Est.).- Justamente, en la metodología científica el primer paso es definir las hipótesis y saber qué se quiere al momento de buscar datos. Es como sucede en la Medicina. No se puede solicitar una paraclínica por las dudas. Hay que plantear primero la clínica y saber qué se está buscando, para que la paraclínica confirme o descarte eso. La discusión se tiene que basar parámetros para después ver qué datos nos sirven para estudiar esos parámetros. De ahí veremos cómo resolver los problemas que se plantean en la Facultad, porque no se trata solo del plan de estudios de la carrera de doctor en Medicina sino de la situación de las Escuelas. Es bueno plantearnos pasos en la discusión porque es la forma de avanzar.

SEÑOR PRESIDENTE.- Queda resuelto que para junio de 2017 el Claustro realizará jornadas institucionales sobre el plan de estudios. Allí tendremos los parámetros que queremos evaluar, pero debemos empezar a recolectar información sistematizada. Por supuesto que un estudio científico no es igual a la evaluación de un plan de estudios. El método científico es muy bueno pero no es el único para interpretar un tema.

Si no hay más consideraciones, se levanta la sesión.

(Es la hora 15 y 15)