ASAMBLEA DEL CLAUSTRO
FACULTAD DE MEDICINA
Sesión del día 3 de mayo de 2007
ACTA Nº 30
ASISTEN: Por el orden docente: Marta ALBERTI,
Ema C. CANDREVA, Diana DOMÉNECH, Ana María GARCÍA, Carlos DUFRECHOU POGGI,
Alberto RODRÍGUEZ, Mariana GÓMEZ y Julio VIGNOLO BALLESTEROS.
Por el orden de egresados: Oscar CHAVARRIA VARELA, Silvio RÍOS FERREIRA, Myrtha
FOREN LOTUFFO, Miguel COIRO PAOLETTI y Luis CARBAJAL ARRIAGA.
Por el orden estudiantil: Soledad OLIVERA, Gonzalo FERREIRA, Valeria TOLOSA, Martín BIASOTTI,
Paula FERNÁNDEZ, Emanuel MANZUR, Natalia PÉREZ, Eduardo GUIMARAENS y Leticia
LASSUS.
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SEÑORA PRESIDENTA
(Alberti).- Está abierto
el acto.
(Es la hora 13 y 15)
Asuntos
Previos
SEÑORA GARCÍA (Doc.).- La Asociación de Docentes ha fijado una
reunión el día 14 de mayo a la hora 19 en este salón, para discutir el tema
Plan de Estudios. Sería bueno que concurrieran los integrantes de la Comisión
de Plan de Estudios.
SEÑORA PRESIDENTA.- Debería participar la Comisión en pleno.
SEÑOR GUIMARAENS (Est.).- Ayer tuvimos una asamblea de estudiantes
donde se resolvió aprobar en general el esquema propuesto por la Comisión de
Plan de Estudios. Se hicieron tres desgloses: los títulos de la carrera, las
materias optativas y la metodología científica. Personalmente opino que en
estos temas vamos a poder hacer propuestas interesantes. De todas formas, el
esquema fue aprobado en general y esperamos que los docentes hagan lo mismo a
la brevedad para poder avanzar en el Plan de Estudios.
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Informe
de avance de la Comisión de Plan de Estudios
SEÑORA LASSUS (Est.).- En la Comisión de Plan de Estudios los
estudiantes planteamos lo resuelto por la asamblea y los puntos que queríamos
desglosar. Ahora el Claustro debería ahondar en la discusión de los títulos de
la carrera de medicina como el de licenciado, maestrías y doctorados. En la
Comisión hablamos un poco de eso pero no llegamos a ninguna conclusión.
Sobre las materias optativas, los
estudiantes planteamos que hubiera distintos tipos a lo largo de la carrera. En
la Comisión se llegó a ciertos acuerdos en este tema. Algunas de esas materias
profundizarían en la medicina. Otra clase serían las relacionadas, como
psicología o sociología. La otra clase estaría constituida por las materias que
no son generales a la medicina, como cuestiones culturales o deportivas. Entre
las optativas estaría incluido también el inglés. Se llegó a un acuerdo sobre
la idea pero las materias deberán ser pautadas.
En cuanto a metodología científica,
no lo hablamos bien en la Comisión. En la asamblea se destacó que era bueno que
estuviera a lo largo de toda la carrera, desde el ciclo introductorio, para que
no quedara como una disciplina aislada. En la Comisión ya hemos venido hablando
de esa idea. Personalmente creo que el Claustro deberá tomar posición en el
tema de los títulos y sobre qué vamos a hacer con la metodología científica,
así como con las materias optativas.
SEÑORA OLIVERA (Est.).- También tuvimos una instancia de
evaluación del nuevo Plan de Estudios con los estudiantes, que analizamos
semestre por semestre. Discutimos los primeros cinco semestres y básicamente se
estuvo de acuerdo con la estructura planteada, que se reconoce como el actual
ESFUNO agregándole lo relativo a comunidad. Se planteó la oportunidad de tener
ahí materias optativas y que Metodología I no fuera un semestre entero. Lo
mismo pasaría con Metodología II. En cuanto al ciclo materno infantil, los
estudiantes están de acuerdo en que se cambie el orden, ya que lo consideran
muy beneficioso para la carrera. También se planteó la discusión de los títulos
que se van a entregar. Como materias optativas se manejó el inglés médico y
computación, así como también formación para la educación de la salud. Se
plantea que en los títulos intermedios el estudiante salga a promover y
prevenir salud, y pretenden estar educados para eso.
SEÑOR BIASOTTI (Est.).- ¿Tuvieron una asamblea?
SEÑORA OLIVERA (Est.).- Sí, tuvimos instancias de discusión. Nos
reunimos varios estudiantes, bajamos la información y realizamos un vaivén de
opiniones. Se resolvió plantear como algo destacado que se acortara Metodología
I y II. También se habló de las pasantías por las especialidades, que los
estudiantes consideraron como muy positivo.
SEÑOR CARBAJAL (Eg.).- Me congratulo del enorme avance en el
proceso de creación del nuevo Plan de Estudios. Tenemos al Orden Estudiantil en
pleno alineado en el cambio, lo que me causa profunda alegría.
He comenzado al explorar un terreno
desconocido para mí que es el de la asignación de créditos. Ahí se podrán
terminar de resolver algunos aspectos pendientes, como el tema de los títulos o
de las materias electivas. Si no importa cuándo se ganan los créditos, en qué
fecha, el asunto de que sean durante todo el año empieza a perder sentido. La
Facultad de Medicina tendrá una oferta de materias electivas que se pondrá en
cartelera el 1° de marzo, por decir algo. Un estudiante podrá elegir de acuerdo
a sus tiempos, con cierta flexibilidad. Las materias electivas es mejor
tenerlas en un semestre porque se supone que está previsto que en ese semestre
los estudiantes dispongan de tiempo para trabajarlas. Ahora bien, si un
estudiante está dispuesto a utilizar otra parte de su tiempo en otro momento
del año, que lo haga. La oferta de la Facultad tiene que ser amplia para que
pueda adaptarse a todo tipo de contexto.
Por otra parte, considero que debe
haber un título académico a los cuatro años y otro a los siete años, así como
otro cuando se termine la especialidad. Eso no quiere decir que de ahora en
adelante los médicos no sean más médicos sino maestros en medicina. No estamos
proponiendo eso. Los médicos seguirán siendo médicos o como quiera llamarlos la
gente: médicos, matasanos, etc. El título académico debe estar referido a la
etapa de formación en la carrera de medicina a la que se llegó. En esa carrera
hay tres etapas mínimas. Quien se dedique a la docencia hará sus doctorados y
todas las cosas que se están agregando ahora a la formación universitaria, pero
los tres títulos que planteé son básicos. ¿Qué perdemos con eso? No lo sé, pero
es otro tema de discusión en el que no nos podemos empantanar.
SEÑOR VIGNOLO (Doc.).- Felicito al Orden Estudiantil, que se ha
alineado en pleno. Lo mismo sucede con los egresados. Por lo tanto, al Orden
Docente nos cabe la gran responsabilidad de llegar a un acuerdo en este tema.
Ahora estamos obligados a lograr ese acuerdo, ya que nuestra responsabilidad es
aun mayor.
SEÑOR GUIMARAENS (Est.).- Quiero plantear una duda sobre la que
discutimos en la asamblea de ayer pero que no logramos resolver. Si a los
cuatro años de carrera otorgamos un título de grado, de Licenciado en Promoción
y Prevención en Salud, el título de Doctor en Medicina sería de posgrado y
pasaría a la órbita de la Escuela de Graduados.
SEÑOR RÍOS (Eg.).- Sería un título intermedio de
Licenciado. Luego habría otro de Doctor y finalmente el de Especialista.
SEÑOR CARBAJAL (Eg.).- La carrera de grado será la de los
cuatro primeros años, que dará un título de Licenciado. Luego vendrá la carrera
de posgrado. En la medida que podamos cambiar el sistema, el grado será de
Licenciado en Promoción y Prevención en Salud, con un carácter médico. Hay una
destreza en el examen clínico que solo el médico va a poseer. No es una
licenciatura en Enfermería o en Fisioterapia sino que apunta al médico. Me
gustaba el título de practicante porque ya sabemos de qué se trata, aunque
cambie el alcance del término. Nosotros vamos a trabajar con el médico y
debemos seguir con el posgrado del médico habilitado para curar enfermedades.
Esa cura no se va a lograr en cuatro años sino en siete.
SEÑOR GUIMARAENS (Est.).- Con eso no estamos de acuerdo. La
discusión que queremos plantear es que el título de grado sea el de médico,
magister o doctor en medicina, que habilite a ejercer la medicina. De todas
maneras, se puede buscar otros títulos de pregrado universitario, como los
técnicos, que no cambiarían la estructura de la carrera de grado.
SEÑORA FOREN (Eg.).- El enfoque que imagino con este
Licenciado en Promoción y Prevención de Salud en el primer nivel, que también
se ve en el segundo y en el tercer nivel, es todo lo que tiene que ver con las
actividades clásicas del practicante más todo lo relacionado con la educación
para la salud. Por ejemplo, en mi policlínica hubo una demanda de una escuela
para realizar una actividad sobre el dengue. Para mí ese era un rol típico para
un practicante de cuarto año de la Facultad de Medicina y no para un médico
especialista, que debe cumplir otro rol. Eso tiene que ir de la mano de que el
Ministerio de Salud Pública reconozca a ese licenciado con capacidad para
actividades de promoción y prevención. Estoy de acuerdo en que al séptimo año,
terminado el internado obligatorio, egresa el médico habilitado para hacer un
acto médico. Después vendrá la especialización. El habilitado para actividades
de educación en un sistema nacional integrado de salud, donde se va a priorizar
la promoción y la prevención, es el estudiante de cuarto año de Facultad. Hoy
eso lo están haciendo agentes comunitarios, que no tienen la formación médica
que puede tener un estudiante de cuarto año. Por supuesto, ese rol deberá estar
avalado por el Ministerio de Salud Pública, lo que va a jerarquizar la
licenciatura. Quizá hay gente que se quedará en eso, haciendo actividades
educativas que son muy beneficiosas para mejorar la salud.
SEÑOR BIASOTTI (Est.).- ¿El título intermedio lo da la Facultad
o el Ministerio?
SEÑORA FOREN (Eg.).- Lo debe dar la Facultad en acuerdo con
el Ministerio.
SEÑOR BIASOTTI (Est.).- El tema de las competencias, de lo que
debe saber la persona cuando llega a un título, lo tenemos claro. El problema
de darle un nombre es más técnico o jurídico.
SEÑORA FOREN (Eg.).- De pronto una persona decide dedicarse a
la parte de educación popular. Con la licenciatura que tiene de la Facultad de
Medicina, habilitada por el Ministerio de Salud Pública, puede trabajar
perfectamente en eso.
SEÑOR VIGNOLO (Doc.).- O también puede hacer el tránsito
horizontal.
SEÑOR GUIMARAENS (Est.).- El tema es que si a esa persona le
otorgo un título de licenciado, automáticamente el título que habilita a
ejercer la medicina es un posgrado. Estamos de acuerdo en que debe haber una
salida intermedia que justifique los conocimientos que el estudiante trae.
SEÑORA FOREN (Eg.).- No manejo los términos de cuándo un
título es licenciatura, doctorado o magister. Lo que quería aclarar era lo
conceptual.
SEÑORA PRESIDENTA.- A esto hay que darle una forma
“jurídica” -entre comillas- que lo fije claramente. Si uno sabe lo que quiere,
tiene el contenido, el asunto es darle el nombre para ver cómo insertamos algo
nuevo. El título de practicante no lo da la Facultad de Medicina. Es una
situación nueva y como tal hay que verlo. Se puede hacer una consulta jurídica,
sin ponerle nombre. Fijamos los contenidos y luego lo llamaremos como sea.
SEÑOR VIGNOLO (Doc.).- Es como en el caso de abogacía, donde en
cuarto año se da el título de procurador.
SEÑOR GUIMARAENS (Est.).- Sí, pero el título de procurador es de
pregrado.
SEÑORA PRESIDENTA.- Hay que hacer la consulta a jurídica.
Podemos encomendar a al Mesa que lo haga.
SEÑORA CANDREVA (Doc.).- Está claro que el título de licenciado
es de grado y el de posgrado es el de magister.
SEÑORA PÉREZ (Est.).- Llamé a la Dirección General Jurídica de
la Universidad y me dijeron que todo lo que sea de grado hay que consultarlo
con la Comisión Sectorial de Enseñanza. Me recomendaron que hiciera una carta
dirigida al doctor Calegari.
SEÑORA PRESIDENTA.- La Mesa va a realizar el planteo para
así aclarar las dudas, ya que no hay antecedentes dentro de la Facultad.
SEÑOR CARBAJAL (Eg.).-Yo diría que no hay antecedentes a escala
mundial. Estamos innovando y haciendo una partición en dos del título de
médico.
SEÑORA DOMÉNECH (Doc.).- Cuando se discuten las competencias que
va a tener la persona que luego de cuatro años acceda al título intermedio,
estas tienen que ver con la promoción de salud. La prevención de enfermedades
hay que separarla porque requiere otro tipo de conocimientos que pasan por
conocer la enfermedad y otros niveles de atención, no solamente el primero. Un
técnico en prevención de enfermedades deberá saber hacer un papanicolau. ¿Eso
lo va a poder hacer ese licenciado o será un promotor de salud vinculado a la
educación, al desarrollo comunitario y a las estrategias de promoción en salud?
¿O va a conocer las actividades de prevención de enfermedades? Eso es lo que no
me queda muy claro. Son conceptos diferentes que tienen que ver con actividades
distintas. Me parece bárbaro que una persona tenga un título intermedio que
apueste a la salud. Es algo precioso, pero debemos definir bien qué
competencias va a tener ese técnico.
SEÑOR FERREIRA (Est.).- No entiendo por qué hay tanto problema
con el nombre del título, siendo que siempre existió. El título intermedio de
practicante es el que se practica en el área médica tutoriado por un médico.
Dentro de eso se incluiría la promoción y prevención de la salud, direccionado
por el médico. Es un título intermedio que se desempeña sin la responsabilidad
que conlleva el hecho de ser médico.
SEÑORA FOREN (Eg.).- Para mí el concepto de practicante
clásico refiere a las técnicas básicas de la medicina. Lo que ahora planteamos
está pensado en el marco de un sistema de salud diferente, donde los actos
médicos tendrán que ver más que nada con lo hospitalario y las técnicas:
inyectables, pasaje de vías, etc. En un sistema donde se va a priorizar la
promoción y la prevención, no en desmedro de la atención de las patologías sino
para evitar llegar a ellas, se necesita una formación especial. La Facultad de
Medicina debe formar desde los primeros años a sus estudiantes en ese aspecto.
El título que proponemos habilita a realizar, luego de cuatro años, actividades
de promoción.
En lo que hace a prevención, me
quedó una duda. Cuando el estudiante egresa del séptimo año, ya sea como
médico, magister o lo que sea, tampoco va a saber hacer un papanicolau. Va a
saber promoverlo.
SEÑOR FERREIRA (Est.).- Entonces, lo que habría que redefinir
sería el rol que jugaría el practicante en el nuevo sistema de salud, pero no
la figura en sí. El practicante sigue siendo el mismo y el certificado tiene
que ser el mismo. Habría que especificar bien las tareas que tiene que hacer.
SEÑORA FOREN (Eg.).- Creo que no es lo mismo, porque implica
a la Facultad de Medicina como institución que asigna a ese individuo una
responsabilidad que hasta ahora no ha sido reconocida más que por el Ministerio
de Salud Pública. Es un compromiso desde la Facultad muy importante en el nuevo
sistema de salud.
SEÑOR FERREIRA (Est.).- Por eso digo que hay que redefinir su
rol y establecer el perfil de ese nuevo practicante.
SEÑORA PRESIDENTA.- El término practicante no es solamente
una palabra técnica sino que se trata de un concepto diferente en este nuevo
Plan de Estudios. Para las generaciones anteriores el practicante era alguien
que daba inyecciones, y así se los entiende en las instituciones privadas. El
concepto queda estancado en alguien que practica. Por lo tanto, el cambio de
nombre no se limita solo a algo formal. Se trata de buscar un nombre acorde al
contenido que tendrá ese cargo.
SEÑOR FERREIRA (Est.).- Entonces se pierde la figura del
practicante. Una cosa será el practicante que da inyecciones y otra el licenciado.
SEÑOR GUIMARAENS (Est.).- Entiendo por qué se da esta discusión de
cómo tiene que ser llamado ese título intermedio. Estoy en séptimo año de
Facultad y técnicamente estoy habilitado para ser practicante. Puedo ir al
Ministerio y solicitar una habilitación para trabajar como practicante. El tema
es que la Facultad jamás me formó para eso. Nunca me enseñaron a dar un
inyectable, a sacar sangre o a poner una vía. Si vamos a definir las
competencias que debe tener el título intermedio, deberíamos empezar a discutir
la formación que está dando hoy la Facultad. El actual título de practicante
trata de ubicar al estudiante de medicina en un trabajo para el que no está
formado, que la Facultad jamás se puso como fin.
La lógica del nuevo título que estamos
proponiendo es mucho mejor. Se va a formar a una persona específicamente para
desempeñarse en un área de trabajo dentro de un sistema de salud. La discusión
de si eso es prevención y promoción, o solo promoción, o solo prevención, va
más rumbeada hacia lo que queremos y lo que se necesita.
SEÑORA OLIVERA (Est.).- No nos estamos entendiendo en las
palabras pero en el sentir estamos de acuerdo. La Facultad no ha formado al
actual practicante, y los estudiantes que estamos más allá del CICLIPA I
entendemos que eso es grave. También estamos de acuerdo en que el practicante
-o como se le quiera llamar- tiene que salir a promover y a prevenir. Lo más
importante no es el título sino el ámbito en el que se insertará ese
estudiante. Actualmente el practicante es quien hace maniobras en instituciones
o en la casa de los pacientes. Eso es lo que se quiere cambiar en este nuevo
Plan de Estudios para que esa persona se inserte directamente en la población
general y no a través de las mutualistas.
SEÑOR GUIMARAENS (Est.).- El hecho de ser promotor de salud lo va
a llevar a trabajar directamente en el primer nivel. De todas maneras, esta
discusión está buena porque así vamos a ver cómo nutrimos de conocimientos a
esa persona para que no pase como ahora, donde la Facultad debería formar en
determinadas competencias de manera igualitaria pero no lo hace, y por eso no
todo el mundo tiene la posibilidad de acceder a esos -entre comillas- “cursos
de formación”.
SEÑOR VIGNOLO (Doc.).- El practicante y el concepto de promoción
son cosas distintas. Uno apunta a un concepto curativo -inyectables, sondas,
vías- y lo otro a un concepto de educación para la salud. Sin embargo, me
parece que son conceptos compatibles y podemos buscar canales de trabajo por
cualquiera de los dos. La promoción se realiza en el primer nivel pero también
puede hacerse en la escuela, en el liceo o en el segundo nivel. ¿Saben cuántos
educadores hay en el país con título? Seis. Por eso digo que la persona podrá
manejar los dos aspectos. Podrá obtener el título de promoción y más adelante
lograr un certificado que lo habilite para lo otro.
Es cierto lo que plantea la doctora
Doménech. Prevención y promoción son cosas distintas. Por ejemplo, hablamos de
prevención primaria, pero también puede ser secundaria. ¿Qué procedimientos de
clínica se va a pedir al estudiante que sepa? ¿El estudiante maneja todos los
elementos necesarios en ese momento? Deberá manejar prevención primaria,
secundaria y terciaria. Es un título de promoción y educación en salud, ya que
la parte de prevención la veo más en el médico.
SEÑORA LASSUS (Est.).- Hablamos tanto en la Comisión sobre el
cambio de perfil que queríamos dar a ese título intermedio que quizá damos
cosas por sobreentendidas, que son difíciles de comprender por la gente que no
participó. Podríamos encomendar a la Comisión de Plan de Estudios que
escribiera bien este perfil que queremos darle para que el resto del Claustro
entienda. El aporte de la doctora Doménech fue muy bueno porque es algo que
nunca tuvimos en cuenta. Estoy de acuerdo en que ese título intermedio puede
ser solo de promoción, más aun considerando el dato que aportó el doctor
Vignolo.
SEÑOR RODRÍGUEZ (Doc.).- Parece como si estuviéramos encerrados
dentro de la Facultad, con la carrera de medicina, y no manejáramos qué pasa a
nuestro alrededor. ¿En qué nivel está ese título? ¿Tiene algún curso
extracurricular o es su marcha curricular normal que lo habilita a lograr ese
título? La promoción de salud es una cosa y la prevención otra, ya que incluye
áreas invalorables dentro de este nuevo proyecto.
Cuánta gente habrá que está
planteando lo mismo. No sé que piensan las Licenciadas en Enfermería o la
Escuela de Tecnología, que tiene áreas con carreras de cuatro años. La
diferencia es que el practicante se creó por una necesidad social, hace un
siglo y medio, porque no había gente que supiera colocar sondas o dar
inyecciones. Sin embargo, hoy hay un montó de gente que hace eso y la Facultad lo
promocionó.
¿Por qué se necesita un título
intermedio? Para lograr un individuo habilitado para realizar ciertas tareas
que podrá hacer luego de recibir una determinada formación. ¿Acaso el país va a
necesita promotores en salud? No lo veo muy claro. A veces perdemos esfuerzos y
costos en estas cosas. ¿El que sale a trabajar luego de cuatro años de
formación va a continuar la carrera? Eso es algo que me preocupa cuando
hablamos de una Facultad en la que ingresa determinado número de estudiantes y
egresa solo la cuarta parte. ¿Cómo solucionamos eso? El que logre el título de
licenciado va a tener que salir a trabajar. ¿Va a poder terminar con la otra
parte de la carrera? Seguramente sí porque ingresó para ser médico. ¿Eso ayuda
a que la marcha de la carrera sea más regular o la dificulta? Me gustaría que
se discutiera sobre esa base. ¿El estudiante está preparado en determinado
punto de la carrera para cumplir con esa función? Lo pregunto porque las
pasantías no van a ser solo en los hospitales sino que deberán insertarse
también en las policlínicas periféricas. ¿Cuál es la función específica de este
licenciado?
SEÑORA CANDREVA (Doc.).- Me da la impresión de que sin querer
fuimos mezclando las cosas. Hablamos del título de practicante, que en realidad
es un certificado que extiende el Ministerio de Salud Pública luego de que el
estudiante llega a determinada altura de la carrera. Eso tiene que ser
diferenciado del título que se otorgará luego de finalizados los cuatro
primeros años. El certificado de practicante podría seguir siendo expedido por
el Ministerio para determinadas funciones, pero el título que estamos pensando
es algo totalmente distinto.
Luego de escuchar al doctor Vignolo
entendí lo que había planteado la doctora Doménech. Me parece bueno el título
de Licenciado en Promoción y Educación en Salud, ya que es muy necesario en el
marco de un sistema nacional integrado de salud como el que se pretende
instrumentar. Quizá sea necesario incluir alguna otra disciplina.
En cuanto a lo que planteó el doctor
Rodríguez, si se mira este esbozo de Plan de Estudios se verá que el
estudiante, al cabo de cuatro años, tendrá la formación necesaria como para
recibir un título de ese tipo. Además, las carreras que duran seis o siete
años, como la de medicina, tienen títulos intermedios de licenciados como el de
Analista en Administración o el de Analista en Economía que otorga la Facultad
de Ciencias Económicas y de Administración, o como los de la Facultad de
Ciencias. Luego viene el título de magister, que en este caso correspondería al
título de médico que se obtendría al final.
SEÑOR MANZUR (Est.).- El practicante no es un título sino un
certificado que da el Ministerio de Salud Pública, así como certifica el título
de Doctor en Medicina para que podamos ejercer. Es cierto que la Facultad no
nos da los conocimientos básicos para que nosotros podamos desarrollarnos como
practicantes. Eso nos lleva a preguntarnos: ¿nos interesa que exista la figura
del practicante? Esa figura está arraigada en la sociedad y existe en
muchísimas profesiones. Está el practicante de arquitecto o el procurador, que
viene a ser un practicante de abogado. El tema es que la Facultad de Derecho se
preocupó en delimitar esa tarea porque le interesaba que se hiciera, y los
profesionales no la podían cumplir. Por eso creó el título intermedio de
procurador.
En cuanto a la licenciatura, estamos
hablando de una persona que entra a la Facultad y a los cuatro años,
eventualmente, va a cambiar de Orden, ya que sería un egresado. Me parece que
eso no puede ser. La figura para un título debería ser la de una carrera
técnica. A determinada altura de la carrera el estudiante alcanza un título
técnico, pero luego deberá seguir para terminar con el pregrado.
Por otra parte, cuando llegamos a
quinto año podemos ir al Ministerio de Salud Pública que nos certificará que
estamos formados para hacer determinadas tareas, y eso no es cierto. Muchas
veces nos tenemos que formar afuera para aprender a poner una vía o a realizar
una gasometría. Quien le interesa lo aprende, pero no porque nos lo enseñen.
Alguien lo enseña, pero es así. Se mencionaron los cursos paralelos, lo que me
parece bárbaro, porque de esa forma se podrá acceder a una carrera técnica. Sin
embargo, no me parece que tengan que hacerlo todos, porque cada uno va a hacer
su opción personal. Si quiero trabajar como practicante, por ejemplo, deberé
certificar mi escolaridad en el Ministerio. El que lo reconoce como tal es el
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que es el que determina los laudos.
Si bien podría hacer esa opción
personal, considero que no estoy formado, como ocurre con muchos de mis
compañeros. Sería bárbaro, si el día de mañana se necesitan quinientos
promotores o trescientos practicantes, que la Facultad nos formara para eso. No
me parece mal la figura del promotor, pero la figura del practicante no puede
desaparecer. La función va a hacer al cargo. El practicante nació para tapar un
nicho. Lo podemos llamar practicante, promotor o como sea, pero tenemos que
asegurarnos de que las personas que vayan a cumplir con esa tarea sean bien
formadas. Me parece que el estudiante debe tener la opción de hacerlo, como la
tiene para ser Grado 1, por ejemplo, de Farmacología. Considero que la
promoción es inherente a la profesión médica, pero no por eso hay que darle un
título a todo el mundo.
SEÑOR RÍOS (Eg.).- Me congratulo por los avances que hubo
en el Orden Estudiantil, que nos acerca al objetivo. Estas tres dudas que
plantearon han generado todas estas intervenciones. Pienso que las materias
optativas habrá que dosificarlas en el correr de los siete años, vinculándolas
sobre todo al avance que haya tenido el estudiante en ese período. Como decía
el doctor Rodríguez, esas materias optativas deben estar relacionadas con el
Área de la Salud. Con el sistema de créditos se podrán hacer tránsitos en base a
ellas.
En cuanto a la metodología, que es
otra de las dudas, creo que ya se ha aportado bastante y no va a haber
problemas. El problema son los títulos, tema sobre el que estuve escuchando
atentamente porque no tenía nada más para aportar. En la Escuela de Graduados
se entendió hace muy poco tiempo que el título de especialista es un título y
no un certificado. Hasta hace poco, al médico que finalizaba se le entregaba un
certificado, que no tenía validez a nivel internacional. Durante el ejercicio
del profesor Larre Borges se empezó a entregar títulos en lugar de
certificados. Tanto es así, que muchos especialistas aún están haciendo los
trámites de cambio.
El título y el certificado son cosas
distintas. Específicamente en el pregrado, al estudiante de medicina que tenía
determinados avances el Ministerio de Salud Pública lo certificaba como
practicante. Eso ya en nuestra época era conocido como practicante externo, que
tenía la función específica descrita aquí pero no más que eso. En cambio, el
practicante interno tenía que dar un concurso que consistía en tres pruebas:
una de medicina, otra de cirugía y otra de psicología. Este practicante interno
funcionaba a nivel público. A nivel privado, a veces se homologaba el título
para que pudieran trabajar. Sin embargo, los viejos practicantes externos cada
vez tienen menos trabajo.
Lo que aquí se está planteando ‑lo
dijo el profesor Carbajal‑ es que la institución educacional, la Facultad
de Medicina, dé un reconocimiento académico. El estudiante intermedio está
formado en determinadas habilidades y destrezas. Por eso se propone que tenga
otro nombre que sea más abarcativo del desempeño que va a tener este
licenciado. Esto es bien importante, sobre todo por el tema de que en el Área
de la Salud hay distintas vertientes de formación. En un plan nutricional, por
ejemplo, a nivel de país, se necesitan promotores de salud con determinada
formación y experiencia. Estuve hablando con gente de Sociología acerca de cómo
planificar los distintos grupos de población, a fin de ser lo más eficientes
posible en la atención. Es interesante descubrir que uno tiene que coordinar
con mucha gente para ir obteniendo avances en el cambio de modelo. No insisto
tanto en el sistema nacional integrado de salud sino en el cambio de modelo de
atención, que es lo que compete más a la Facultad de Medicina y al resto de las
Escuelas. En ese cambio de modelo, esta figura es realmente importante.
Entonces, me parece que habría que darle un título académico, y después se
coordinará con el Ministerio de Salud Pública la certificación.
El otro aspecto es el título final.
Recuerdo que antes del Plan 45 muchos eran médicos y cirujanos. Con el Plan 45
se dio el título de Doctor en Medicina, que es el que tengo yo. No puedo
operar, y sin embargo en el Uruguay no hay una ley de especialidades médicas.
El Claustro de la Facultad estuvo investigando el tema, y se encontró que el
Ministerio expide los títulos en base a una ordenanza ministerial. Entonces, un
deber para el Claustro, después de que se apruebe el Plan de Estudios, es la
ley de especialidades médicas. El profesor Matteucci siempre contaba de un
médico que hizo una cesárea que terminó con el fallecimiento de la paciente, y
en su defensa se alegó si él podía o no podía hacerlo. Sucedió hace muchos
años, pero desde el punto de vista legal podía hacerlo.
Insisto en que hay que diferencia
entre títulos y certificados. Entiendo que el título intermedio es algo bueno,
así como el título final. Sé que para la valoración internacional se tienen en cuenta
otros factores, pero para que no haya obstáculos en los avances se podría
culminar con el título de médico. Tal vez una tesis o algo así le daría más
validez. Después, el título de posgrado es un título de la Escuela de Graduados,
que lo tiene que proponer la Facultad de Medicina para que se transforme en ley
del país. Por eso habría que ir a la Comisión de Salud del Parlamento a hacer
el planteamiento, porque el cuestionamiento a la praxis médica cada vez es
mayor.
SEÑOR CARBAJAL (Eg.).- Es
muy interesante la discusión que se está dando, donde me parece distinguir
aspectos que son distintos y que podrían ser tratados en forma diferente. Uno
es estrictamente académico. Me refiero a obtener un título a los cuatro años de
estudios, y que los tres años siguientes sean un postítulo, con un doctorado
todavía más adelante. Esta es la realidad académica. El asunto es tratar de
compatibilizar esa realidad. Por otro lado está el aspecto jurídico, sobre el
que también deberíamos tener una buena base como aporte importante para hacer
un informe. El tercero tiene que ver con las competencias y con las destrezas,
y si lo planteamos en términos de practicante clásico nos referimos más a las
maniobras y técnicas que debe dominar. Si lo planteamos según el concepto actual
con el que estamos trabajando en el Claustro, tiene que ver con las
competencias.
Estos tres aspectos son diferentes,
y me parece que la Comisión de Plan de Estudios no puede abarcarlos a la vez.
Se habló, por ejemplo, del papanicolau. ¿Qué técnico debe tener la destreza
para realizar ese examen, un fondo de ojo o cualquiera de las maniobras que
están en el repertorio de la medicina clásica? Esto excede a la Comisión. Es
necesario un fuerte asesoramiento del médico práctico, que es el que está
ejerciendo la medicina en su medio y poco tiene que ver con la Academia, para
saber qué es lo que se necesita para tener un buen desempeño en el primer nivel
de atención. Por eso creo que tendríamos que buscar vínculos y asesoramientos
fuera de la Academia.
La propuesta sería generar un grupo
de trabajo. Habíamos dicho que para terminar de elaborar el Plan de Estudios
necesitábamos trabajar el tema de las competencias. Por eso propongo que se
forme un grupo que se ocupe de definir las competencias y destrezas o maniobras
que debe adquirir el nivel intermedio de licenciado y el médico. Planteo esto
porque puede ser que venga un Licenciado en Enfermería o en Fisioterapia, haga
la reválida, y realice el posgrado de medicina general, cosa que me parece
buena. Este título daría movilidad y flexibilidad a la carrera, y eso es algo
por lo que estamos trabajando. La persona que venga de otra carrera deberá
justificar sus competencias en términos del examen clínico, que es lo que
centra la formación de este título intermedio. La diferencia entre un
enfermero, un tecnólogo o un nutricionista es que nosotros estamos dando una
formación fuerte en examen clínico, en la maniobra semiológica y en lo
relacionado con la asistencia materno infantil, que tiene lugar en el último año.
Por lo tanto, me parece que el puro promotor de salud nos queda corto y el de
médico, tal como lo entendemos, nos queda grande. Hay que afinar las
competencias y destrezas para definir una salida intermedia y la salida final.
SEÑOR COIRO (Eg.).- Soy médico y no conocí al practicante
externo. En mi época estaba el internado, donde se nos hacía ver que el
practicante externo era algo de segunda porque no tenía contenido. Ese tema me
preocupa y veo, por lo que dijo el doctor Carbajal, que existe un planteo para
determinar bien cuál será ese contenido. La Comisión de Plan de Estudios está
excedida en ese tema y deberá asesorarse.
El practicante externo se acabó en
la década del 60. Durante los años 70 y luego de la dictadura tuvo lugar el
auge del interno, que era la estrella. En la década del 80 empezó el residente,
aunque los viejos decían: “residentes éramos los de antes”, porque había
existido un residentado de Salud Pública. Para entrar al CASMU tuve que ser
practicante interno y residente de cirugía, pero del practicante externo ni se
hablaba.
Hoy se está alumbrando algo nuevo.
Se empieza a hablar de promoción de salud y de atención primaria, cosas que
figuraban solo en los textos. Por eso estoy de acuerdo con el doctor Carbajal
en cuanto a fijar las destrezas pero dándoles contenido. Quizá sea importante
el marco jurídico, pero lo fundamental es darle contenido para que con ese
título intermedio salga alguien capacitado, se sienta útil y no choque con los
paramédicos o con la gente de la Escuela de Enfermería. Hay que pensar mucho
todo esto.
SEÑORA PRESIDENTA.- Previo al Plan 68 se había planteado que
el practicantado externo tuviera algo de contenido. De hecho, fuimos conejillos
de indias en algunas pruebas previas. Los alumnos de pregrado que hacíamos
semiología teníamos que ir a las 6:30 de la mañana para que las Licenciadas en
Enfermería nos enseñaran las técnicas para dar inyectables, vías intravenosas,
nebulizaciones, etc.
Me parece muy importante lo que se
planteó de los títulos y los contenidos. Estoy de acuerdo en que, además del
marco, la Comisión tiene que especificar los contenidos y funciones de ese
título.
Me alegra soberanamente que el Orden
Estudiantil tenga una postura con respecto al Plan de Estudios. De todas
formas, hay inquietud en el ambiente y eso debe ser canalizado de alguna
manera. Una de las formas de hacerlo es siendo lo más cristalino posible. Si
uno está convencido de lo que piensa podrá dialogar con el otro. Por mejor que
sea el Plan de Estudios, si los que lo van a aplicar no están convencidos no va
a funcionar. Por supuesto que siempre habrá gente que difiera, pero cuanto más
convencida esté de ese Plan de Estudios las cosas van a ir por carriles más
fáciles. Por eso me planteo si además de la asamblea docente, en la que estará
presente toda la Comisión de Plan de Estudios, no sería bueno conversar con
algunos docentes Grado 5 de las básicas. Sería una manera de desmitificar el
corrillo. La Comisión de Plan de Estudios no tiene la panacea universal ni nada
escondido, pero es bueno plantearlo a los docentes para ver qué piensan.
SEÑOR VIGNOLO (Doc.).- Estoy totalmente de acuerdo con lo que
plantea la señora Presidenta. No cabe la menor duda de que existe nerviosismo y
ansiedad. Una cosa es ir solo a conversar con ellos y otra es que invitemos a
un pequeño grupo de docentes, fundamentalmente del básico y de las clínicas
médicas y quirúrgicas para explicarles en qué consiste el nuevo Plan de
Estudios. En base a la experiencia personal que he tenido, creo que eso facilitaría
la toma de posición por parte del Orden Docente.
SEÑOR GUIMARAENS (Est.).- Parece que los Directores de las clínicas
son personas difíciles de convencer, por lo que habría que conversar también
con los Grado 4.
SEÑORA PRESIDENTA.- La Comisión del ESFUNO pidió una
entrevista con la Comisión de Plan de Estudios.
SEÑOR GUIMARAENS (Est.).- Personalmente, estoy en contra de que se
converse con los Directores de las clínicas, porque el Orden Docente sería el
encargado de trasmitirles la información. Si los integrantes del Orden Docente
del Claustro hacen la propuesta la voy a respaldar, pero me parece que no habría
que hablar solo con los Grado 5. Tendría que abrirse un poco el abanico, porque
vamos a necesitar que los Directores de las clínicas también apoyen el Plan de
Estudios.
SEÑORA PRESIDENTA.- No me referí exclusivamente a los Grado
5. De hecho, cuando el Claustro anterior convocó a una encuesta no se planteó
para los Grado 5 sino para todos los docentes. Lo que me parece es que no va a
ser posible hacerlo en forma multitudinaria. Está la instancia de la asamblea,
pero me parece que el tête à tête no
sería mala cosa. Los cambios generan inquietud y resistencia, y hay gente más
abierta y otra menos abierta.
SEÑOR CARBAJAL (Eg.).- Hoy tuvimos una reunión del CIMI con la
Comisión del Plan de Mejoras y ocurrió algo bien curioso. Ahí estaban
prácticamente todos los Grado 5 del CIMI, y empezaron a hablar del nuevo Plan.
Tanto es así, que en un momento pedí la palabra para decir qué era lo que
nosotros teníamos entre manos, que de alguna manera era lo que todos ellos
estaban diciendo.
Tenemos un proyecto que
prácticamente ha sido aprobado por dos Órdenes. Este es un fuerte comienzo para
discutir algo estructurado. Entonces, me parece bien empezar a hablar con todas
las personas que quieran. Si son los Grado 5, me gustaría que de alguna manera
se hiciera extensivo a otros, para que no quede como una reunión cerrada.
SEÑOR RÍOS (Eg.).- ¿En qué tiempo se haría eso? Digo esto
porque la fecha de la asamblea es el 14.
SEÑOR CARBAJAL (Eg.).- Puede ser la semana próxima.
SEÑORA PRESIDENTA.- Tenemos el planteo de la Comisión del
ESFUNO que pidió ser recibida por la Comisión de Plan de Estudios. Creo que
ahora que estamos más fortalecidos, con dos Órdenes que están al firme y muchos
docentes integrantes del Claustro que apoyamos la situación, es el momento de
recibirlos.
SEÑOR RÍOS (Eg.).- Entonces, la Comisión de Plan de Estudios
va a tener que hacer dos reuniones la semana que viene: una el martes con la
Comisión del ESFUNO y otra el jueves con las clínicas, abiertas a todos los
integrantes. Quiere decir que los compañeros que no integran esta Comisión pero
están motivados por este tema pueden asistir.
SEÑORA CANDREVA (Doc.).- En la página del Claustro figura el
esquema que tenemos para el nuevo Plan de Estudios.
SEÑORA PRESIDENTA.- Será comunicado a todos los Servicios de
la Facultad.
Se levanta la sesión.
(Es la hora 15 y 15)